Hola, amigos,

Si vamos a implantar un nuevo sistema del tipo que sea, ya sea informático, de procedimientos, de incentivos,…creo que sería importante antes tener claro el proceso adecuado para hervir una rana. No, no me he vuelto loco. Con lo que viene a continuación lo comprenderéis.

Según Peter Senge, considerado un gurú del aprendizaje organizacional y autor del best seller «La Quinta Disciplina», hervir una rana no es fácil, porque:
» si metemos una rana en agua hirviendo, automáticamente y de un salto saldrá del hervidero y no habrá forma de mantenerla allí. Así que lo que debemos hacer es poner a la rana en agua a temperatura ambiente y esperar a que se tranquilice. Si elevamos la temperatura de 22 a 28 grados centígrados, el anfibio no se molesta, es más, puede que incluso, disfrute de la situación. Llegados a esta situación, vamos aumentando la temperatura despació, pero sin pausa y conseguimos que se vaya aturdiendo hasta que se encuentra tan aturdida que ella misma se queda allí y, por fin, hierve.»
La razón es que su sistema de identificación de amenazas externas a su supervivencia está preparado para cambios ambientales repentinos, pero no para cambios lentos y graduales.

Con esto quiero decir que no hay que precipitarse, sino atender a todos los detalles, de forma lenta y gradual. Si queremos que el personal del hotel no reaccione negativamente a cambios, éstos no deben venir impuestos, y tampoco deben ser precipitados, sino que se deben ir introduciendo las novedades de forma colaborativa, proactiva, con la participación de todos los afectados,recogiendo impresiones, planificando y modificando lo planeado. Sólo así la consecución del proyecto de cambio llegará al desenlace deseado y todo irá sobre ruedas.

Si no tienes esto claro no te esfuerces en hacer cambios significativos que afecten al personal de tu hotel, el cual está acostumbrado a trabajar de una forma muy concreta y se aferra a ella con el mismo instinto de supervivencia que la rana.

En un próximo artículo hablaré del desarrollo de una implantación, haciendo hincapié en la impertinente toma de datos y revisión de requisitos, como algo, en principio, y a mi parecer, contraproducente.
Hasta la próxima.
Rafael