Hoy en día, no cabe duda de la importancia del estudio de lo social . Este es un tema que, relacionándolo con el 2.0, me empezó a llamar la atención hace tiempo, pero que ayer, tras el inicio de una interesante conversación en Twitter con @gloviarte y @ralbiol  me ha atacado el gusanillo de una idea que creo debería ser tomada en cuenta si nuestras intenciones en Redes Sociales van más allá del simple chateo y, no digamos, si lo que se busca es establecer relaciones para cuestiones profesionales.

Hay estudios de comportamiento e, incluso, de relaciones entre usuarios, pero dentro de lo circunscrito a cada Red Social en si ( el 80% de los usuarios de Twitter lo utilizan para establecer contactos profesionales)
o, como mucho a la mezcla de varias redes. Pero no encuentro ninguno que hable de qué ocurre cuando las relaciones 2.0 pasan a ser 1.0. Un tú a tú, cara a cara en el mundo físico, entendiendo como físico, «no virtual».

¿Tenéis relación con algún antiguo compañero/a de colegio (incluso la universidad) que, siendo un fuera de serie en los estudios, en las notas, luego se haya ido apagando poco a poco en el mundo profesional?. Yo conozco a algunos. Y es que no es lo mismo la teoría que la práctica.

Alguien que escribe (se comunica) desde «la oscuridad», con un avatar de por medio, tiene muchas más facilidades para «venderse» de forma satisfactoria que si tuviera que hacerlo a cara descubierta. Por varias razones, como su propio carácter, grado de timidez, imagen personal, lenguaje corporal, forma de expresarse oralmente…

Por ello considero que sería muy útil y necesario conocer algún estudio que nos revele cuáles son las situaciones que se producen a la hora de desvirtualizar a personas con las que mantienes contacto en las Redes Sociales. Es verdad que a base de relacionarte virtualmente te haces una idea de cómo es el otro, pero no me negaréis que podemos llevarnos grandes decepciones y también grandes y positivas sorpresas.

Yo he vivido ambas situaciones en algún momento. ¿Y vosotros?

La imagen es de Estudios Kurín