El otro día escribí una entrada sobre la calidad del dato, en la que se dejaba ver entre lineas algo de marketing «one to one». Pero fui directamente al grano, sin darme cuenta de que me estaba saltando un paso importantísimo para que esta versión del marketing llegue a buen puerto. Yo hablaba de «desmultiplicación», de transmisión de la información de arriba hacia abajo y de la calidad del dato.
Y claro, aquí había un error de base que Carme Pla me hizo ver con un comentario a mi entrada. La fuente de mi post era una noticia aparecida en la revista hosteltur acerca del asunto. Hoy leo en la Comunidad Hosteltur una entrada sobre el mismo tema, escrito por Araceli, la cual, junto al comentario de Carme, me da pie ha escribir esta otra.

El problema de todo está en otro lado , y ni yo en mi post, ni Araceli en el suyo, ni Hosteltur, ni daemon Quest, ni el IE Business School (instituciones con protagonismo activo en la fuente original), parece que mencionemos el problema de base, cosa que si hizo Carme Pla en su comentario. Y me refiero a la estructura actual de un hotel cualquiera, salvo alguna que otra excepción, supongo. Y concretamente me refiero a la estructura piramidal. Si un hotel tiene estructura piramidal, difícilmente, por no decir que es imposible, se va a llegar a un efectivo marketing «one to one», pues es muy complicada la transmisión de información sin que ésta se distorsione o se pierda, en gran medida, por el camino y cuya única salida la veo yo en la incentivación de la calidad del dato, tal y como exponía en la mencionada entrada. Pero no es la solución del problema.

Así que, antes de hablar de conversación, de CRM o de «one to one», creo que deberíamos plantearnos un cambio de mentalidad según la cual la estructura de un hotel sea horizontal y no piramidal. Así si que podemos empezar a hablar de otras cosas.

Hasta la próxima,

Rafael