Hace tiempo, un grupo de bloggers a los que admiro, se lanzaron a escribir un e-book acerca del Turismo desde la Red. Y pensaron en mi para la elaboración de uno de los capítulos. Por circunstancias que no vienen al caso, el libro no llegó a cuajar, por lo que la mayoría nos quedamos con nuestro texto archivado. Así, sin más.

La verdad, como me da un poco de rabia, que no haya prosperado he decidido publicar mi parte aquí. Así, por lo menos, aunque sea en forma de serie de artículos poder ofrecéroslo a los que me leéis.

Así que allá va:

Lo primero que quería proponer es que en vuestras cabezas, según leáis esto, vayáis fabricando la estructura de un hotel, pero un hotel con unas características muy especiales. No voy a inventarme un hotel imposible, una quimera; no, no va a ser así. Tan sólo quiero que penséis que es posible otra forma de gestión dentro de los mismos y tradicionales procesos de toda la vida, pero aderezados con altas dosis de horizontalidad y transversalidad, es decir…

…haciendo desaparecer la estructura piramidal y jerárquica tradicional. Esto es horizontalidad…

…y dejando fluir el conocimiento por todos los departamentos del hotel, en primera instancia, llegando, este conocimiento, a la parte externa, la agencia de viajes, la Oficina de Turismo, el entorno, los habitantes del territorio donde se ubica el hotel. Llegando, incluso y necesariamente, al cliente. Y de la misma forma que llega…

…dejando venir y abriendo la puerta al conocimiento y proactividad de todos los componentes del negocio turístico.
Esto es transversalidad.

Todo esto es posible desde hace tiempo, a pesar de que no se quiera, o se tema o, simplemente, no interese verlo. Pero es posible. Y aún lo es más si nos trasladamos desde el entorno tradicional, físico, off-line a un entorno que nos está envolviendo cada vez más, que nos absorbe: el entorno on-line.

Hablamos entonces de una gestión hotelera, una organización interna y externa enfocadas al Turismo desde la Red.