Ahora que muchos de vosotros habéis estado de vacaciones (algunos aún seguimos) y habéis – espero – disfrutado durante la estancia en un hotel, comiendo en un restaurante, ejerciendo de clientes en comercios o servicios de entretenimiento y un etcétera de actividades de ocio o relajo, incluído el destino en su conjunto, os planteo un pequeño ejercicio de reflexión muy sencillo y rápido. Simplemente plantearos en privado o, abiertamente para que todos lo valoremos ¿en que tipo de cliente os habéis convertido, respecto a ese hotel, restaurante, comercio,…, destino…?.

Si lo preferís podéis enfocarlo a alguna experiencia que hayáis tenido en el pasado, sin necesidad de referiros a las vacaciones más recientes.

Para todo ello os doy unas pautas, proponiendo cinco tipos y os invito a que os identifiqéis con alguno de ellos. Ahí van:

1- Evangelizadores:: Identificamos este tipo con experiencias positivas hasta el punto de que el cliente aquí identificado siente la necesidad de contarle a todo el mundo la maravilla vivida.

2- Futuro cliente habitual: Sin considerar que el producto disfrutado sea el mejor del mundo, la experiencia ha sido lo suficientemente positiva y gratificante como para estar dispuestos a repetir.

3- Cliente reacio a repetir: A pesar de haber tenido experiencias positivas, han sufrido de forma sistemática otras negativas que superan a las primeras, por lo que el conjunto no ha resultado de su agrado. No descartan repetir algún día, pero, de momento preferirán que pase un tiempo antes. Y si repiten lo harán con ciertas reservas.

4- Sufridores:: La experiencia general ha sido lo suficientemente negtiva como para no repetir nunca, a no ser que sea de forma obligada por cuestiones familiares, sociales o de cualquier otra índole.

5- Cliente saboteador: La experiencia ha sido pésima y tan desagradable que tiene ganas de proclamar a los cuatro vientos la precariedad del servicio recibido hasta el punto de desear hacer el máximo daño posible a la empresa prestataria del servicio.

(La idea de esta clasificación la he obtenido del libro «Blog Marketing», de Jeremy Wright).

Si comentáis, a ser psible, os pediría que nombraseis el establecimiento al que os referís.

Ahí queda eso, para que participéis. Puede ser interesante.

Saludos a todos mientras me doy una autobienvenida de vuelta a la blogosfera. (Es que uno a veces es un poco egocéntrico).