Hablar con propiedad. Diario Expansión y Web 2.0

Hablar con propiedad. Diario Expansión y Web 2.0

El pasado 31 de octubre aparecía un artículo en Expansión, cuyo titular rezaba: «Se acabaron los buenos tiempos para la «Web 2.0»

De él se ha hecho eco Carlos, de la Comunidad Hosteltur, generando un interesante debate
Para mi el artículo tiene dos errores fundamentales: 1- Habla de Web 2.0, sin tener claro el significado real del término, pues lo enfoca exclusivamente al negocio y a los ingresos económicos. Hubiera sido más acertado decir que «se acabaron los buenos tiempos para las empresas cuyo negocio fluye por la Web 2.0». Y aún así seguiría equivocado, por la particularización. La crisis afecta a todos (aunque hay cierta sicosis que debería controlarse un poco más). Da igual si es una start up, una empresa pontocom, o una zapatería de la calle Gran vía. 2- LA Web 2.0 es, simplemente, Internet. Es una manera de llamar a la evolución de Internet hoy en día, pero es sólo Internet. (Paréntesis: Internet, realmente, es el entorno tecnológico de la Web, pero, para entendernos y utilizando un término generalmente aceptado, hablamos de Internet al generalizar y todos nos entendemos) Además, siguiendo con el segundo punto, la Web, en su versión moderna, es decir, la 2.0, es conversación y personas, pero nunca ha sido, ni será un entorno exclusivo de empresas, por lo que difícilmente va a llegar a su fin.Creo que el artículo no está tocando el asunto con el rigor que a un diario de ese prestigio se le supone. Incluso cita a Enrique Dans, a quien hicieron una entrevista al respecto:
La congelación de la inversión a la espera de mayores certidumbres hace que todas aquellas ideas en desarrollo que estén en fase de preingresos y dependan de entradas de capital externo lo pasen mal”, asegura Enrique Dans, profesor del Instituto de Empresa- dice Expansión en el artículo.Yo, leyendo el post sobre la entrevista en el blog de enrique Dans, tengo la sensación de que también sacan de contexto sus palabras. (No estaría mal que nos lo aclarase el propio Enrique)
En definitiva, decir lo que dice el titular es como decir que «se acabaron los buenos tiempos de las tertulias de sobremesa en los restaurantes de España».
O sea, una tontería.

Hotelito, por donde pasas vas dejando huella.

Hotelito, por donde pasas vas dejando huella.


El mismísimo Enrique Dans ha publicado una entrada acerca de El blog de un hotel, y lo ha hecho en forma de noticia, de la manera más aséptica posible y sin dejar entrever ninguna valoración al respecto. Simplemente ha informado.

Eso ha generado un aluvión de críticas negativas al proyecto del blog de un hotel, de forma que algunos como Juan Sobejano, Javier García, Jordi Ruiz , Albert Barra o yo mismo, así como alguno de los comentaristas, hemos salido en su defensa, no ya por la cuestión sentimental, que no voy a negar, sino por intentar convencer a sus detractores que estaban equivocados.
En favor de los detractores si cabe decir que no poseían los datos suficientes como para poder debatir sin una desventaja. Si tenían razón en el hecho de que ellos tienen los argumentos que les da el hecho de ver y leer el blog, lo cual no es suficiente, pues les falta el pertenecer al sector en el quel Hotel se desenvuelve.
Si es verdad, como dice Juan Sobejano, que somos enemigos de nosotros mismos, y que basta que algo vaya como queremos o como hemos estado promoviendo, para atacarlo sin sentido y a toda costa.
Aunque al final parece que la cosa se ha suavizado mucho y los detractores («m» y «Consultor anónimo»), con más datos, daban un voto de confianza, lo cual les halaga, les honra y da muetra de su inteligencia bloggera.
Gracias también a Enrique Dans por generar este debate, que ha sido muy ilustrativo.
En fin, Hotelito, felicidades, porque, de una forma o de otra, lo que siempre consigues es dejar huella.
Hasta la próxima,

Rafael