Clasificación de usuarios de Internet desde la visión de la empresa: Convencer sobre Redes Sociales

Clasificación de usuarios de Internet desde la visión de la empresa: Convencer sobre Redes Sociales

Desde hace tiempo vengo luchando e intentando lograr encontrar la forma más idónea de transmitir el por qué la empresa en la que trabajo debe participar en las Redes Sociales. Y voy más allá planteándome cuál es la mejor manera de transmitir las bondades y beneficios de las redes sociales para cualquiera que esté en esta misma lucha, sea cual sea el sector al que pertenezca la empresa. Algo de lo que estoy ya convencido es de que vamos muy acelerados. Pero para explicar esta afirmación particular y subjetiva, primero quisiera poner sobre la mesa una serie de cuestiones que me ayudan a encauzar todo esto de una forma coherente: 1- Hay varias clasificaciones, digamos oficiales, sobre los usuarios de Internet y la Web 2.0. Ya sabemos todos que convivimos nativos digitales, inmigrantes digitales, sabios digitales, el subconjunto de los early adopters, y cualquier otro calificativo con la coletilla de digital que queramos añadirle. Y, ojo, que esta clasificación me parece muy correcta y acertada. Pero también aquí vamos acelerados, muy acelerados. Si nos enfrentamos a una sesión en la que tenemos que convencer a ciertas personas, la clasificación anterior no nos sirve, pues nos encontramos otra clasificación diferente. Al menos en los criterios. Hablamos entonces de – Hasta 20- 30 años, los convencidos digitales. Estos nacen con ello y no es necesario convencerles de nada. La pena, y ahora si me refiero al sector hotelero, es que no son, precisamente a los que hay que convencer. Y, por otro lado, tampoco son ellos los interesados en convencer a nadie. – Entre 30-40 y 45-55 años, los convencedores digitales, entre los que me encuentro (41, por si acaso alguien se lo pregunta). Y este es el grupo que más tarea tiene en este mundo digital, pues debe convencer al tercer grupo – que ahora veremos -. El problema es que los convencedores digitales hemos avanzado, estudiado y comprendido, tras muchas horas de lecturas y auto-estudio, y pretendemos que los demás (los del siguiente grupo) nos comprendan a la primera. Manejamos conceptos y los damos por asimilados, y ese es nuestro error. – De 55-60 años en adelante, los incrédulos digitales. Ocupan la mayoría de los puestos de decisión y de ellos saldrá la última palabra a la hora de invertir dinero en lo que sea en base a sus propios criterios, los cuales están basados, por regla general en el único fin de la obtención de un beneficio económico, Además de un concepto de la productividad enfocado a algo así como que “el tiempo del trabajador es propiedad de la empresa”. 2- Como he dicho en el punto anterior, los conceptos que manejamos y la interpretación que damos a esos conceptos los convencedores digitales no encajan con la interpretación que les dan los incrédulos digitales. De esta forma, lo que debemos hacer es ir a lo simple. Así, ante afirmaciones como estas, respuestas como estas:: – “Internet es algo privativo de los informáticos. Si se me estropea Internet, ¿a quién llamo?…a un informático”. Esta obsesión por identificar Internet con la informática es el primer punto a tratar con ellos. Deberíamos comenzar por ahí, por la base y hacerles comprender que Internet no es Informática (al menos como ellos conciben la informática). Incluso explicarles que Internet no se estropea, pues lo que se estropea es el ordenador, o una línea telefónica. Debemos explicarles, aunque sea por encima, que hay líneas de voz y líneas de datos. – En el hotel ya tenemos Internet (al crear la página Web del hotel). Lo que tienes en el Hotel es una Web. Y una Web no es lo mismo que Internet. Internet es el entorno, la maquinaria en la que funciona una Web. – Tal o cual empresa nos va a hacer la Web del hotel. ¿Podemos pedirle garantía de 24 meses? Una página Web no es un lavavajillas. No tiene garantía general. O existe o no existe. ¿En qué aspecto concreto de la Web quieres una garantía? – A mi Internet no me sirve como canal de ventas. En este punto me refiero al sector hotelero. Para los que me leen y no pertenecen a este sector, decirles que en el mundo hotelero, un canal de ventas es una de las fuentes por las que te llega una reserva (por ejemplo una agencia de viajes). A los incrédulos digitales hay que explicarles que Internet no es un canal de ventas, sino una vía por la que acceder a los canales de ventas. Una vía más (no sustitutiva) como el teléfono, el fax o el email. Hay más afirmaciones, pero tampoco quiero aburriros. La idea de este post es que vivimos una época en la que tenemos que – Convencer de que Internet no es lo que los incrédulos piensan que es. – Una vez conseguido el punto anterior, podremos pasar a hablar del 2.0 y las Comunidades y Redes sociales. Si nos saltamos el primer paso, vamos muy acelerados. Por último, y si me permitís un pequeño apunte, deciros que el hecho de que exista el grupo de incrédulos digitales no quiere decir que los convencedores digitales tengamos que ir de listos, porque si alguien tiene que dar lecciones de ámbito empresarial son ellos, y no nosotros. Es más, dentro de un tiempo, un tiempo en el que habremos abierto las puertas a los que vienen detrás – los convencidos digitales – nos encontraremos con que nosotros, los aguerridos convencedores, nos hemos convertido en incrédulos y los convencidos en convencedores. Es la vida, en digital o en cualquiera de sus representaciones.

Los conceptos de Brecha digital y Nativos digitales no caminan juntos

Los conceptos de Brecha digital y Nativos digitales no caminan juntos

No me convence del todo esta clasificación surgida a partir de la definición de Brecha digital. La verdad es que humanamente tenemos una necesidad de llamar a las cosas, situaciones o entornos con algún nombre que las identifique. También tenemos, humanamente, una necesidad de establecer límites entre las cosas, fronteras que nos sirvan para pasar de un estado al siguiente. Esto es lo que hemos hecho y aceptado con la división de las personas que habitan el mundo en esta nueva Edad 2.0 de la Web en tres grandes grupos que nos sirven para explicar lo de la brecha digital. Esta división por edades encierra, para mi, algunos problemas básicos, que demuestran claramente que no es la mejor división para explicar el asunto de la brecha digital: – Es una división estática. No podemos poner un límite a los nativos digitales, ni – por lógica – a los inmigrantes digitales. Y menos aún en términos de la edad de los mismos. – Además, ¿hasta cuándo va a estar en vigor esta división?. La división en si, falla a partir del momento en el que el tiempo, los meses y los años van pasando. De esta forma, los nativos digitales que se encuentren en el límite de edad de esta franja pasarán a ser inmigrantes digitales el año que viene. Esto, como podéis ver, es una tontería. – ¿Quiere esto decir que llegará un momento en el que todos sean nativos digitales?, pues si. Y ¿entonces ya no habrá brecha digital?, pues si la habrá. Seguirá habiéndola y la clasificación histórica por tramos de edad ya no valdrá para nada. Así que, ¿hasta cuándo va a estar en vigor esta clasificación? – Hay usuarios de la Web de 40, 50 ó, incluso, 60 años que llevan una ventaja enorme en uso de nuevas tecnologías y Web 2.0 a otros usuarios de 20 ó 25. Y hay muchos. Me atrevería a decir que existe la posibilidad de que, evaluando a los inmigrantes digitales por un lado y a los nativos digitales por otro – en términos de facilidad para desenvolverse en las nuevas tecnologías – encontraríamos una mayoría de inmigrantes digitales con la mejor nota. Todo esto viene a cuento porque últimamente me he topado en numerosas ocasiones con entradas en blogs y artículos en periódicos que hablan de ello y que, me da la sensación de que lo hacen porque está de moda y se ven en la obligación de escribir sobre el tema sin documentarse lo suficiente. Menos mal que me he encontrado otros – algunos de ellos antiguos ya – en el que impera la cordura y el entendimiento, pues asocian la brecha digital (que la hay) con otros parámetros como el uso efectivo de la tecnología y el nivel de actividad , o algunos que incluso nos recomiendan que nos dejemos de clasificaciones y pasemos a la acción para lograr la transformación. Y el más claro de todos, uno en el que Juan Freire en Soitu.es muestra una síntesis de los tipos de brechas digitales y el por qué de las mismas y no menciona los aburridos grupos de edades, que son Brecha de uso, Brecha de acceso y Brecha de apropiación Por cierto, y como nota adicional, ocurre aquí lo mismo que nos comenta Nando acerca de un estudio en el que se ha analizado el SEO de varias cadenas hoteleras, con – al parecer – una falta de criterio manifiesta y un “hacer cada uno lo que le venga en gana sin medir las consecuencias”. En fin, que debemos tratar de hablar con propiedad cuando nos referimos a todos estos términos que se van poniendo tan de moda.