La rentabilidad está en el trabajador con poder y confianza en si mismo

La rentabilidad está en el trabajador con poder y confianza en si mismo

Os dejo el post que he escrito para la Comunidad Hosteltur, con motivo de la creación del grupo del VIII Foro Hosteltur, cuyo tema central será La Rentabilidad.

Quisiera hacer una especie de anexo a dos posts que
hablan de personas y servicio a la hora de buscar la rentabilidad. Uno
es el de Vassy, que afirma que sin las personas no hay rentabiliad, el otro de Juan Antonio Mota en el que nos da una gran cantidad de definiciones de servicio. Con ambos estoy totalmente de acuerdo, sin embargo y para cumplir lo que nos proponen son necesarios dos ingredientes: el empowerment (o empoderamiento, pero en inglés suena más incisivo) y la retención del talento. Mertxe Pasamontes nos explica muy bien de qué va esto del empoderamiento.

El gran error de los hoteleros y demás empresarios turísticos, a mi
entender, es que han estado dando una importancia obsesiva al beneficio
económico a corto plazo
. Con este afán de enriquecimiento, han dejado de
lado a esa parte de la empresa que es la que realmente saca el negocio
adelante: las personas. Gestionando bien las personas y el servicio
dando libertad y mucho margen de actuación. De esta forma el beneficio
económico llegará como consecuencia y no como objetivo.

Sin embargo, al darse cuenta la empresa de que las personas son la
base, sube un peldaño y se atasca de nuevo. Siguen tratando a las
personas como un recurso, de tal forma que sí, promueven el uso de
beneficios personales en forma de incentivos sobre la producción (o
productividad en algunos casos) y algúno que otro de otro tipo. Tampoco
es lo más apropiado. Cuando a un trabajador se le da un premio económico
de forma periódica, este premio se convierte en commodity para el trabajador.
Y así ocurre con todo ese conjunto de prebendas que tienen una vida y
un valor efímeros. Además siempre habrá quien cobre más o quien reciba
una cesta más grande en Navidad y esa será la meta, la cual, una vez
alcanzada, dejará de tener interés para el trabajador.

Entonces ¿cuál es la clave? A mi entender la clave es, como digo más arriba, el empowerment.
Dale al trabajador la posibilidad de errar. Dale la confianza
suficiente para que no le tiemble el pulso cuando lleguen los momentos
de la verdad y actúe sin temor a equivocarse. Y si se equivoca, decirle
que le valga como lección para la próxima, pero nunca coartarlo. Así se
sentirá importante y realmente útil. Sentirá que su trabajo merece la
pena en todos los ámbitos. También es necesario empujarle a que proponga
ideas, aporte conocimiento y tomar muy en serio cada aporte hasta el
punto de ponerlo en marcha cuando sea factible. Hacer, en definitiva,
que el trabajador tome conciencia profunda de que realmente pertenece a
la empresa y no es un recurso, sino una mente pensante. Y el que no
llegue y sea superado por los demás, pues ya veremos. Que también hay
que tener en cuenta que esto es una empresa y no una ONG.

Así que mi propuesta para aumentar la rentabilidad es centrar los
esfuerzos en las personas que trabajan en la empresa – en el hotel, en
la agencia de viajes,… – basándose en dos conceptos fundamentales dos
metas lejanas, pero seguras una vez que las alcanzas: Empowerment y retención del talento.