La culpa de que se trate mal a los clientes, ¿es de los propios clientes?

Supongo que recordáis aquella película en la que Michael Douglas se vuelve medio loco, harto de estar sometido y resignado a los azotes que vas recibiendo en un día habitual y rutinario.

Pues bien, como últimamente la cosa va de películas – El Show de Truman, Ratatouille – utilizo ésta como llamamiento personal a los que como yo y todos vosotros, somos clientes varias veces al año.

Pero no, no os asustéis, no propongo una reacción como la que sufre Michael Douglas en el vídeo. No quiero llegar a tanto – aunque a veces a muchos nos entren ganas de algo similar -. lo que si sugiero es que no nos traguemos el maltrato como clientes y exijamos unos estándares de calidad mínimos allí donde vayamos a recibir un servicio.

Esto viene a colación después de leer dos posts, uno de Juan Sobejano y otro de Juan Otero, denunciando la falta de profesionalidad en un restaurante y en una sidrería respectivamente. Por un lado está bien que lo comenten y se quejen en la blogosfera, pero por otro, su queja caerá en saco roto, sirviendo sólo como desahogo, si es que sirve.

No es suficiente con contar que en «un restaurante» o en «una sidrería» me ocurrió bla, bla, bla… Pienso que ambos, Sobejano y Otero, deberían haber hecho público el nombre de los establecimientos en los que experimentaron falta de educación, profesionalidad y desinterés. Si lo hacen, yo, al menos, me cuidaré mucho de entrar en esos locales si algún día se da la ocasión. Y si lo hago, que nadie dude que diré a quien corresponda que la recomendación de su local es bastante negativa, para que, por lo menos, lo sepan.

Con las posibilidades de la red y la Web 2.0 ahora, o como se llame dentro de un tiempo (a todo hay que darle un nombre), es muy sencillo:

1º Quejarse

2º Tomar represalias informativas respecto al resto de potenciales clientes

Por supuesto que también deberíamos hacerlo en caso contrario, es decir, con experiencias positivas.

Lo importante es un cliente satisfecho

Parece que La Mesa del Turismo denuncia que relegar el castellano daña la imagen del sector. Y no queda claro si lo que quieren es evitar no se entierre el castellano – cosa que dudo que sea necesario – o imponer el castellano en el sector.

Mientras lo aclaran, yo digo:

En chino: 重要的是客戶滿意

En árabe: المهم هو العميل بالارتياح

En alemán: Wichtig ist, den Kunden zufrieden

En griego: Το σημαντικό είναι ο πελάτης ικανοποιημένος

En búlgaro: В важното е клиентът доволни

En noruego: Det vigtige er kunden tilfreds

En francés: L’important est le client satisfait

En sueco: Det viktiga är kunden nöjd

En japonés: 重要なのは、顧客満足

En portugués: O importante é o cliente satisfeito

En polaco: Ważną rzeczą jest zadowolony klient

En inglés: The important thing is the customer satisfied

En italiano: La cosa importante è il cliente soddisfatto

En rumano: The important lucru este mulţumit de client

En ruso: Главное, клиент удовлетворен

En gallego: O importante é un cliente satisfeito

En catalán: L’important és un client satisfet

En castellano: Lo importante es un cliente satisfecho

Y cre que con esto queda representada la población de la Península Ibérica, por si lguno tiene algún problema de entendimiento lingüístico.

Actualización:
Tras recomendación de Gildo, lo pongo también

En indonesio: Yang penting, langanan senang

En euskera: Garrantzitsua, bezero gogobete bat da.
(gracias, Arantxa)

Agradecimientos a Google Traductor.

(Nota: No he conseguido traducirlo al euskera. Por favor, agradecería que alguien me lo escribiera, para añadirlo a la lista. )