Google Plus. Sobre las comparaciones con Facebook y Twitter y sobre la «falsa» sensación de privacidad

Google Plus. Sobre las comparaciones con Facebook y Twitter y sobre la «falsa» sensación de privacidad

Aún no he hablado de Google Plus en este blog, pero estoy preparando un post bastante completo sobre el tema. Mientyras tanto, un par de pequeños apuntes cogidos al vuelo sobre dos cuestiones que se comentan mucho por la red:
  • La obligada comparación con Twitter y Facebook
  • La cuestión de la privacidad, que no es tan clara como se cuenta
COMPARACIONES
Google plus me parece una versión pulida de Facebook. Podría ser que la evolución de Redes Sociales fuera Tuenti > Facebook > Twitter y / o Google Plus. Esta es la impresión que me da. Creo que Twitter y Google Plus pueden convivir y complementarse, pero Facebook y Google plus… Veremos de todas formas cuando puedan crearse páginas de marcas y empresas, entonces a Facebook sólo le quedarán los grupos como elemento añadido y exclusivo. 
Quizá me equivoco, pero es así como o veo hoy, 12 de julio de 2011, fecha un poco temprana por otro lado, dada la poca vida que tiene Google Plus. En fin, veremos lo que nos van ofreciendo. Lo que si veo de momento es que los usuarios nos veremos beneficiados en esta carrera de fondo entre estos dos gigantes (esperemos que, al final, no resulten ser molinos de viento…).
PRIVACIDAD
Lo de la privacidad en Google Plus es algo relativo. Me explico: 
Tú puedes compartir una publicación con un círculo (grupo reducido) de contactos, o con un sólo contacto, incluso. Basta para ello, que a la hora de compartir pongas sólo un nombre. Sin embargo, en el momento que lo lanzas estás «expuesto» a que aquellos con los que has compartido (aunque sea uno sólo), lo comparta a su vez con sus contactos. Compartir algo con un solo contacto es similar a enviar un DM en Twitter, pero la diferencia es que éste está perfectamente delimitado y encuadrado en un concepto en el que queda absolutamente claro que el mensaje es privado. No puedes compartir un DM a no ser que copies y pegues el mismo en un Tuit. En el caso de el «DM» en Google+ el receptor sólo tiene que dar al botón de compatir y le aparee esto…
 …pero si le das a «aceptar», puede compartilo con quien te parezca. Como si quieres enviárselo a los 5 millones de usuarios de la red.
Aunque G+ le avise que se trata de una publicación con límites, no está tan claro el concepto de privacidad como en el caso de los DM de Twitter. es mucho más fácil caer en la «tentación» de compartirlo.

ACTUALIZACIÓN : Me dice Ricardo Devis en un comentario que se puede deshabilitar la opción de compartir en cada publuicación. Posteriormente me lo confirma Vicente Nadal, explicando dónde se hace. Parece que si puede hacerse totalmente privado. Cuando compartes algo, haciendo clic en la flechita arriba a la izquierda, puedes deshabilitar la opción de compartir.En la imagen se ve mejor:

Las Redes Sociales y el Número de Dunbar

Las Redes Sociales y el Número de Dunbar

El número de Dunbar es, según el antropólogo Robin Dunbar, la cantidad de individuos que pueden desarrollarse plenamente en un sistema determinado. Dunbar teoriza que este valor, aproximadamente 150 individuos, está relacionado con el tamaño del neocórtex cerebral y su capacidad de proceso.

Wikipedia

Esto que decía este famoso antropólogo ha generado bastante debate cuando se ha intentado trasladar al ámbito de las Redes Sociales. Y más que a las Redes sociales en general, nos referimos a las 2 Redes Sociales que encabezan el virtual “ranking de importancia” en cuanto al número de usuarios y el uso que hacen éstos de las mismas: Twitter y Facebook.
Cuando se crea un perfil en alguna de estas dos redes se hace encuadrándolo en uno de los dos tipos principales (aunque pueda luego cada uno de ellos pueda desglosarse en otros subtipos): Perfil personal y perfil corporativo (o marca)

PERFIL PERSONAL

Si hablamos de perfil personal, hay que diferenciar si es un perfil de Twitter o un perfil de Facebook.
Si es un perfil de Facebook la idea primigenia y la que suele mantenerse en el tiempo es la de establecer contacto con personas con las que se tiene un grado de contacto personal elevado, de tal forma que sólo se acepta y se interactúa con ese pequeño número con el que te encuentras realmente a gusto. Además, se trata de interactuar y mantener un contacto por medio de conversaciones en un tono con el grado de intimidad que se emplea con las personas allegadas – sean muchas o pocas – aprovechando los mecanismos que nos ofrece Facebook para decidir a quién dejamos entrar en nuestra conversación y a quién no. Atendiendo a esta situación es realmente complicado que ese tipo de contactos con los que se tiene esa relación más allá del simple conocimiento supere unas pocas decenas. Por lo tanto, dando a Facebook este uso y buscando un espacio virtual de ocio y contacto más personal, creo que el número de Dunbar es perfecto como límite para sentirse absolutamente cómodo.

Si es un perfil de Twitter la cosa cambia.  Lo primero que hay que tener en cuenta es que en Twitter no podemos decidir quién nos lee y quién no, excepto que protejamos nuestras actualizaciones con el famosos candado. Aunque para eso es mejor que no estés en Twitter y traslades el cien por cien de tu actividad a Facebook. Pero esto es otra historia que formaría parte de otro post.
 
Inicialmente – según cuentan los más “ancianos” del lugar – Twitter fue concebido como un medio de comunicación entre usuarios basado en el concepto del SMS. Entonces hablaban de un sistema en el que compartir pensamientos o lo que fuera con personas, afines o no, de tal forma que cualquiera podía leer lo que estabas hablando con otros. Es verdad que, por comodidad y atendiendo al mismo criterio que hemos comentado sobre Facebook, el número de contactos ideal para no crearte un estado de ansiedad ante tanto mensaje, debería ser reducido. Lo que ocurre es que, una vez ha evolucionado Twitter y ha ido incrementando su número de usuarios, todos nos hemos dado cuenta de que sirve para mucho más que para “hablar” con tus amigos. Hemos visto con el tiempo, que es la mayor fuente de información y de Inteligencia colectiva que ha existido hasta el momento, en tiempo real y con una velocidad de propagación impensable hace apenas unos años. Así que, si tienes un perfil personal y no quieres sacarle el verdadero jugo a Twitter, sigue en contacto con tu puñado de amigos y no superes el número de Dunbar como fórmula para sentirte a gusto, desahogado y cómodo. Pero si lo que quieres es aprovechar lo que Twitter puede darte, entonces olvídate del famoso número y prueba a seguir a más de – por ejemplo – 1.000 usuarios. Verás que con un poco de práctica, lo dominarás perfectamente en unas pocas semanas.

PERFIL CORPORATIVO

En el caso de un perfil corporativo (marca) no vamos a diferenciar entre Twitter y Facebook, porque a efectos de seguidores y seguidos el criterio es muy similar. Otra cosa es que la estrategia a desarrollar en cada una de las dos redes sea diferente. En el caso de una marca sólo podemos tirar por tierra el número de Dunbar extrapolado a los contactos en Redes Sociales. Lo he pensado y he llegado a la conclusión de que, hoy por hoy, limitar el número de referencias (usuarios) que una marca sigue en Redes Sociales es auto – mutilar las posibilidades de crecimiento que tiene esa marca en ese entorno. De hecho, la gran mayoría de las marcas sigue a cuantos usuarios vea que pueden reportarle algún beneficio, sea del tipo que sea (conocimiento, duda, sugerencia,crítica, aplauso,…,económico) y este número de usuarios no tiene establecido el límite. Sería estúpido y una auténtica pérdida de tiempo para una marca estar desarrollando un trabajo constante en Redes Sociales y limitar su expansión a un número irrisorio de integrantes de su audiencia.

Por supuesto habría que hacer una subdivisión en el perfil personal y comentar sobre los que son “marcas personales” que se representan a si mismos. En este caso, el efecto sería el mismo que una marca corporativa, con el añadido de que, al ser una persona identificada como tal, las posibilidades de contacto aumentan en cuanto a seguidores y, por consiguiente, a seguidos.

Después de todo este análisis sólo queda concluir con algo que ya debería estar más que asumido por todos. Al fin y al cabo, detrás de una marca hay una persona (o varias), por lo que la división en dos grandes tipos de perfiles sólo es válida a la hora de explicar estrategias, y no a la hora de determinar la capacidad de síntesis, análisis o seguimiento de cada uno de ellos, puesto que ambos son lo mismo: Personas.

Nuestra conclusión, por tanto, es que la única razón de aplicar la teoría del número de Dunbar a nuestra actividad en Redes sociales está basada en la búsqueda de la comodidad y el desahogo y en la huída de la ansiedad o el posible estrés que puede generar el querer abarcar cada vez más. Pero lo que, al menos nosotros, tenemos muy claro es que en redes sociales es perfectamente posible superar el número de contactos que Dunbar nos propone en su teoría y hacerlo, además, con garantía de eficiencia y éxito.

La imágen aparece en un post del blog de Enrique Dans que habla sobre Redes Sociales y el número de Dunbar





Se nos llena la boca al hablar de 2.0, community managers y demás.

Se nos llena la boca al hablar de 2.0, community managers y demás.

El «2.0» como concepto aislado ya existe. No es un término o expresión que haya tenido una etimología lógica, sin embargo hoy en día si preguntas a cualquier persona qué es el «2.0» todos tenemos algo que decir. Todos con un criterio formado entorno al término. Veamos algunas respuestas en Twitter:

@julianamorrich 2.0 es conversación web, escuchar, compartir… 🙂

@jorgeArevalo conversación: primero escucho, luego ofrezco
@pepejavier Compartir, interactividad, inmediatez…
@DiegoCerdan Interactividad y comunicación multidireccional.

@fabiang comunicación bidireccional y horizontal

@rodriguezruibal participación del usuario
@jsobejano Conversacion, conexion, red
@manuel3m5i  Comunicación bidireccional fluida y transparente
@hectormilla Compartir…
@marianvelasco Relacionarme y estar con la gente real en el mundo virtual
@soyvicvic compartir conocimientos,experiencias y aficiones.Saludos
@cmmarta comunicacion sin fronteras
@oalvareza Utilizar internet y las redes sociales para llegar al cliente. Interactivo, en vez de ser «cara a cara»
@xavialcaraz conversación entre personas a nivel online, participación, dar importancia vital al usuario entreteniéndolo con buen contenido
@smigueles pa mi el 2.0 es algo tipico español . (Explicación @smigueles con q el 2.0 es algo tipico español me refiero a q todos decimos que sabemos y conocemos y es muy fácil y luego al ponerse,  ostiazo)
Y alguna respuesta más en Facebook tras lanzar la pregunta en el grupo de Community Managers.

Lo que si me resulta curioso es descubrir que, si bien todas las opiniones van en la misma dirección,  existen dos vertientes:
  • Quienes enfocan el término 2.0 relacionándolo directamente con internet y la Web.
  • Quienes enfocan el término 2.0 a un nivel global sin distinguir lo que es online de lo que es offline.
Yo creo que, llegados a este punto, habría que hacer un pequeño «examen de conciencia» para ver de qué hablamos cuando hablamos de 2.0. Es verdad que el término 2.0 en toda su extensión nace en la web, pero siempre unido al otro término inseparable: «web». Es decir, en los inicios se habló de «Web 2.0» y así ha seguido siendo. En sus inicios, el término Web 2.0 fue acuñado para poder distinguir la evolución de la web, que había pasado de ser una «Web escaparate» a una «Web social», es decir, de emisora de un mensaje unidireccional a plataforma que acoge miles de mensajes multidireccionales. Así que, con el maldito afán a cuestas de relacionar Internet con informática, nada mejor que emplear nomenclaturas informáticas para denominar la evolución de una web a otra como si de un software al uso se tratara.

Lo que pasa es que, por pereza, o vaguería, o lo que sea, hemos tendido todos a hablar del 2.0 a secas, obviando el término web. Así que, si eliminamos «web» de nuestro lenguaje y dejamos sólo el «2.0» podemos hablar de relaciones 2.0 entre empresas y clientes, pero en todos los ámbitos y canales habidos y por haber. O sea, el 2.0 es comunicación, bidireccionalidad, horizontalidad, transparencia, conversación, interactividad…, entre empresas y usuarios, entre marcas y personas, tanto online como offline. Pero hay algo más:

@smigueles pa mi el 2.0 es algo tipico español . (Explicación @smigueles con q el 2.0 es algo tipico español me refiero a q todos decimos que sabemos y conocemos y es muy fácil y luego al ponerse,  ostiazo)

Me viene al pelo el tuit de Santiago Migueles, para recordaros que la gestión en Redes Sociales, o Community manager, o Social media manager, o como diablos queráis llamarlo, no es sólo una forma de hacer las cosas, sino que es, principalmente, una forma de ser. Y los que vamos por ahí (me incluyo) dando cursos de Social Media, debemos tener muy claro que no sólo debemos enseñar cómo hacer las cosas, sino también cómo ser (actitud) cuando estamos en el papel de gestionar la comunidad global de la marca a la que representamos.

O sea, que Community Manager es mucho más que vender tres perfiles y una ristra de enlaces mensuales al peso. ¿No os parece? Es así como lo veo, pero sería muy interesante leer otras opiniones que difieran de la mía en los comentarios de este post.

A quien no le preocupe cuántos seguidores tiene en Redes Sociales, que tire la primera piedra.

A quien no le preocupe cuántos seguidores tiene en Redes Sociales, que tire la primera piedra.

¡Repito!:
A quien no le preocupe cuántos seguidores tiene en Redes Sociales, que tire la primera piedra.

Bajo este título voy a hacer un post muy cortito, porque tampoco hay que explicar mucho. Está muy claro:

Las Redes Sociales consisten en crear una comunidad más grande o más pequeña, para:

Compartir conocimiento.
Obtener visibilidad
Aumentar la autoconfianza
Aprender

…Y un largo etcétera. Pero todo absolutamente teniendo como núcleo el número de personas que tienes en esa comunidad que estás creando. Y, por favor, no te engañes y mucho menos intentes vender una férrea y ejemplar personalidad diciendo que a ti te da lo mismo la cantidad de followers que tienes en Twitter o de «me gusta» que tienes en Facebook.

No te da lo mismo, porque los seguidores que tengas y todos aquellos a los que tú sigues son la esencia misma del 2.0, la esencia misma de las Redes Sociales.

Sin seguidores no hay red y estar al tanto y buscando una forma natural y valiosa de lograr más es lo más importante, pues es la consecuencia de que, lo que ofreces es lo adecuado. Lo que no es apropiado es conseguir followers a toda costa y empleando cualquier método.

Venga, reconozcámoslo todos ¡todos juntos!: Aumentar tu lista de seguidores es una de las cosas más importantes que tienes que hacer en las Redes Sociales y cuanto más empeño pongas en conseguirlo con tus propias virtudes y sin métodos externos accesorios, más importantes y valiosos serán. Entonces tratarás de conservarlos y querrás más.

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El Twitt equivocado

140 caracteres pueden alegrarte el día o arruinarte la vida para siempre (Auto-cita)

Aquella mañana, como siempre, Manuel Torrado tomó su Iphone y accedió a su cuenta de Twitter. El primer twitt que encontró fue uno de su mujer, enviado a las 7 de la mañana, que decía:

@matorrado Antes de volver arráncale los brazos y la cabeza y déjalos dentro de una bolsa en el maletero del coche.

Inmediatamente Manuel le envió un mensaje directo – un DM para los más versados. –

¡Estás completamente loca!. ¡Borra ese tuit ahora mismo!

Manuel tomó nota y procedió tal y como le había indicado su esposa vía Twitter, preparó a los niños y se marchó, como cada mañana, a trabajar. Era un poco estresante lo de los niños, pero a Mnuel le gustaba esa «tarea» de despertarlos, preparar su desayuno y dejarlos en el colegio cada mañana. Lo que más le gustaba era hablar con ellos recién despiertos. Los niños le contaban sus cosas, sus penas, preocupaciones y alegrías. Que si el niño estaba contento porque había hecho muy bien – según su apreciación – los deberes o que la niña estaba desconsolada, porque la perra le había destrozado su muñeca preferida. «No te preocupes, hija, compraremos otra…» En fin, todo normal, en una familia normal.

Lo que no era habitual era que ambos miembros de un matrimonio fueran ávidos usuarios de las Redes Sociales, llegando, incluso, a comunicarse vía Twitter aún estando ambos dentro de la casa. Caso perdido… Por eso a Manuel Torrado no le sorprendió el twitt de su mujer instándole a que «le arrancara los brazos y los cabeza, los introdujera en una bolsa y los metiera en el maletero del coche». Esto – no vamos a negarlo – tampoco era muy normal. 

La verdad es que, como la mayoría, no eran capaces de comprender al cien por cien hasta dónde puede llegar el eco de las Redes Sociales y, claro, un twitt como ese podría resultar un tanto comprometedor. lo que pasa es que ambos vivían en el desconocimiento y en su fuero interno actuaban como si sus públicas conversaciones fueran privadas.

Manuel dejó a los niños en el colegio y volvió a casa para proceder tal y como su esposa le había indicado. Tuvo que hacer un gran esfuerzo para lograrlo. Sobre todo un esfuerzo sicológico, ya que, a pesar de los motivos, no le parecía que hubieran obrado de forma correcta. En cualquier caso, al final, lo hizo. le arrancó los brazos y la cabeza y los metió en una bolsa. De ahí, al maletero del coche.

Manuel llegó a la calle donde se ubicaba su despacho, aparcó el coche, inspeccionó el maletero una vez más y entró en el portal. Al cabo de dos horas la policía irrumpió en su oficina y, como una exhalación, se apresuraron a detener el paso a Manuel justo cuando se disponía a ir al servicio.

-¿Es usted Manuel Torrado? – le preguntó uno de los policías, casi increpándole.
– Así es, ¿en qué puedo ayudarle?.
– ¿Conoce a Andrea Fuentes? – preguntó el policía de una forma algo más profersional.
– No… – respondió Manuel dubitativo – …¡Aahh!, si, se trata de la joven desaparecida hace una semana. Si, sale en todos los telediarios- concluyó Manuel.
– Tenemos serias sospechas de que usted está relacionado con su desaparición – dijo, por fin, el otro agente.
– ¡¡¡Cóoommoooo!!!. Debe haber un error – respondió Manuel.
– Quisiéramos inspeccionar su vehículo, señor Torrado.
– Por supuesto, si tienen  una orden. Está aparcado en la puerta. Les acompaño – respondió con gran decisión.

Cuando bajaron a la calle, Manuel dio un respingo al descubrir que su coche no estaba donde lo había dejado. Estaba lívido. Y lívido estuvo durante las siguientes tres horas.

Sofía Ledesma, la esposa de Manuel Torrado fue literalmente asaltada por la policía en una calle céntrica, mientras caminaba apresuradamente hacia el casco viejo de la ciudad. Los motivos, los mismos que para la retención – que no detención – de Manuel Torrado. De todas formas, la policía no tenía nada. Un Twitt no era una prueba válida. Sin el coche la policía no tenía nada de nada y, por supuesto, Manuel era consciente de ello.

El encuentro del matrimonio en las dependencias de la policía fue todo un compendio de miradas, intentos de complicidad de ela, distanciamiento de él; no me mires; no pasa nada; estás loca; tranquilo, tranquilo,…

– Sin el coche no hacemos nada. ¡Ya es casualidad, cagüen…! – gritó el que parecía de mayor graduación.
– En un par de horas hay que soltarlos. Mucho Twitter, mucho Twitter, pero, al final, no sirve nada más que para perder el tiempo. 

Apenas unos minutos después, otro agente contactó con el superior para comunicarle que había aparecido el coche.

– ¡Abran el maletero y no toquen nada hasta que llegue el juez! – ordenó el superior.
– ¡Señor, ya hemos abierto y … no…no hay nada extraño. Tan sólo una bolsa con una muñeca descuartizada. Una Nancy, creo – titubeó el agente.

El jefe de la policía no podía creérselo. ¿Cómo podían haber metido la pata de esa forma?. ¡Qué vergüenza!…

Fue en el momento en el que la policía les comunicó que estaban libres y sin cargos, cuando Sofía les explicó lo sucedido.

Esta mañana nuestra perra se ha comido las piernas de la muñeca preferida de mi hija, una Nancy, ¡je!. El caso es que ella no quería otra nueva, sino que sus padres le arreglaran la original. Así que hemos comprado una nueva, le hemos separado piernas, brazos y cabeza, hemos sustituido las piernas rotas por las nuevas y mi marido ha metido el resto en una bolsa y la bolsa en el maletero del coche, para que la niña no se enterara de la operación. Si ustedes nos hubieran dicho desde el principio que la pista era el Twitt que escribí esta mañana, podríamos habernos evitado todo este malentendido.

La policía, sin dar crédito a lo que les estaba pasando, les pidió disculpas y les dejó marchar.
-¡¡ Esto de las Redes Sociales y el Twitter y la madre que lo parió va a volvernos locos a todos!! – voceó el superior una vez que el matrimonio se había ido.

EPÍLOGO

Manuel Torrado veía a  su hija dormir plácidamente abrazada a su muñeca recién restaurada. No hay nada mejor para un padre que ver feliz a su hija.

– Cariño, – dijo Manuel mirando dulcemente a su mujer – ¿Cómo lo has hecho?
– ¡Ja!. Al decirme que borrara el twitt, he reaccionado y, sin pensarlo, he comprado la muñeca, he ido haca tu despacho, me he llevado el coche con mis llaves, he dejado la muñeca rota dentro de la bolsa, excepto las piernas, y he abandonado el coche por ahí.
– Y… ¿los restos de Andrea Fuentes?…

En ese momento fue cuando Sofía dibujó esa sonrisa entre dulce y cínica que enamoró a Manuel desde el primer día.

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