Tartamudos digitales

En nuestro afán de intentar buscar denominar a cada cosa, persona, actitud, experiencia,…entorno, herramientas, nuevas competencias,… de una forma comúnmente aceptada, damos con términos que acogemos en nuestro diálogo habitual y los hacemos propios del acervo popular.

Ya he intentado ajustar estos términos a mi entendimiento en alguna ocasión, cuando me he referido, por ejemplo a los convencedores digitales, o al social revenue manager. Del mismo modo, Jaime Izquierdo, en su blog, hace referencia a una nueva modalidad de “persona digital”, cuando se refiere a los huérfanos digitales, refiriéndose a una escisión de los nativos digitales que no cuentan con una dirección o una tutoría que los guíe en su caminar por la Web 2.0.

Todos estos conceptos y especulaciones mentales tomaron fuerza el martes pasado cuando asistí a un seminario sobre Travel 2.0 impartido por Xotels . No es por el curso en si, y menos aún por quien lo impartía ( Bart Le Poole, al que podéis seguir en Twitter), el problema está en varios de los asistentes. ¡Uy!, he dicho “problema”… Pues si es un problema, un problema de tartamudez digital. Estaba buscando sobre el tema de la tartamudez, y más concretamente de un tipo de tartamudez en la Wikipedia, y me encuentro la definición que estaba buscando en mi cabeza

No quisiera dar la impresión de querer juguetear con un problema como este, tomándolo como metáfora para lo que quiero decir, pero es que en la definición se plasma de forma absolutamente irrefutable el problema que persiste en las empresas y en las personas que las representan con respecto a su visión de las Redes Sociales; de las posibilidades que las Redes Sociales ofrecen a las empresas turísticas (y no turísticas también). Fijaros en la definición y decidme si no tengo razón.

Tartamudez de Desarrollo: Es el tipo de tartamudez más común. Ocurre cuando el niño está aprendiendo el lenguaje y el habla, alrededor de los 2 y 5 años. El niño cuando está aprendiendo estructuras gramaticales más complejas tiene difluencias propias de este aprendizaje. Unos reaccionarán adecuadamente, recuperándose de esta fase. Otros, si se han dado los factores en intensidad y relación adecuados para disparar la tartamudez, reaccionarán ante estas difluencias desarrollando estrategias para superarlas (uso de fuerza y tensión en el habla) y ocultarlas (evitar hablar).

O sea, traducido a nuestro asunto, cuando las empresas y las personas aprenden a manejarse en entornos diferentes y – por autodefensa frente al cambio – más complejas, tienen difluencias propias de este aprendizaje. Unos y otras reaccionarán adecuadamente; otras y unos reaccionarán desarrollando estrategias para superarlas (uso de fuerza y tensión al actuar) y ocultarlas (evitarlas).

Y es que debe comprenderse de una vez por todas que la Web 2.0 y las redes Sociales y todo este nuevo entorno que existe y se consolida (mal que les pese a muchos) son una forma de actuar y vivir en la que la tecnología tan sólo es el medio, la vía, pero no el fin. Saber manejar la tecnología es el medio, pero la enseñanza y el aprendizaje en este entorno hay que enfocarla de una forma muy diferente a la que muchos interpretan. Así no nos encontraremos con situaciones tan dantescas como la que describe José Antonio Gallego en el Blog de Marketing en Español.

En cualquier caso, y como la tartamudez de las personas, la tartamudez digital tiene cura.

Manténgase fuera del alcance de los niños

Manténgase fuera del alcance de los niños

Si invertimos un poco el sentido de la frase que titula este post, en seguida nos damos cuenta de que nos sale un chiste fácil, tergiversando su significado hasta el punto de interpretar que en el prospecto de cualquier medicamento nos indica como precaución el que seamos nosotros mismos los que debemos mantenernos fuera del alcance de los niños. No está mal el chiste…

Lo malo es que hoy en día, y con la que está cayendo, esto de chiste no tiene nada. Dicen en el diario Qué.es, que los niños prefieren Tuenti y Youtube, a las webs infantiles, independientemente de otras cansinas conclusiones a las que llegan en el artículo. Hay muchas otras referencias a la generación que nos viene y que se la va conociendo como Generación Y. En fin, son dos claros ejemplos para ilustrar lo que quiero decir, que es lo siguiente:

La verdad es que me canso. No se si es que yo lo veo tan claro, que realmente me estoy equivocando. Que las empresas no quieran olvidar el marketing y la comercialización tradicionales me parece muy bien, porque el hecho de que la Web 2.0 haya irrumpido en nuestras vidas de la forma en que lo ha hecho, no quiere decir que sea sustitutuva de nada, sino complementaria. Al menos de momento.

Y en ese «al menos de momento» está la disyuntiva de todo esto y de ahí surge la eterna pregunta: ¿Hay que estar en las Redes Sociales?. Las posibles respuestas lógicas son «SI», o «NO». Y ninguna otra.

Si la respuesta es «SI», pueden ocurrir dos cosas:

1- Te sale bien y obtienes un beneficio considerable resultando ser algio exitoso.
2- Te sale mal y pierdes el tiempo invertido y el dinero. Pero casi seguro que esto ocurre por algún problema de estrategia.

Si la respuesta es «NO», pueden ocurrir dos cosas:

1- A corto plazo, incluso a medio, no pasa nada. Si, habéis leido bien y repito: a corto plazo, incluso a medio no pasa nada. No pasa nada, no pierdes nada. Ahora bien, luego no vengas diciendo que tienes prisa, porque los trenes de alta velocidad ya habrán pasado hace tiempo.

2- A largo plazo, sin embargo puede que ya no existas. Y fíjate bien que digo «puede». Porque si, a lo mejor es una moda pasajera; quizá se trate de una burbuja…y explote; vendrán nuevas modas y ya tendrás tiempo de subirte. Pero eso – repito – puede que sea así. Pero también puede que no. Y en este caso hay que tirar de tu predisposición al riesgo.

Es tu decisión si quieres arriesgarte a no entrar en el juego. A lo mejor aciertas, quien sabe, y te ríes de los que no nos arriesgamos. Y nos dices «lo veis, ya os lo decía yo, que eso no servía para mucho». Pero quizá te equivoques y hayas metido la pata. Si ocurre esto segundo, no te preocupes, que siempre podrás engancharte. Aunque – eso si – te costará muchísimo más y «puede» que no alcances a los que te precedieron.

En cualquier caso, y desde mi punto de vista, permíteme un consejo:

Si escoges la opción del «NO», tómate en serio el título de este post. Ya sabes, eso que pone en los prospectos de los medicamentos: «Manténgase fuera del alcance de los niños».

Por lo que pueda pasar.

Fue entonces cuando todo encajó

Fue entonces cuando supe que estaría junto a mí toda la vida. Yo era bastante joven, casi adolescente y todo ocurrió justo el mismo día en el que mi hermana volvió de Londres, mi madre terminó su libro y padre me regaló un PC, con monitor VGA y 40 Mb de capacidad – todo un lujo entonces. En cuanto a ella, resultó ser enigmática y complicada, muy inteligente y de una belleza un tanto particular, de esas que gustan o no, pero que no tienen término medio. Era algo mayor que yo; tan sólo unos años, pero mayor, y a mi me costaba un poco comprenderla, pero me había hipnotizado y me tenía a su merced. El tiempo pasó, ella poniéndome a prueba, yo persiguiéndola, pero siempre acabábamos igual… Había momentos en los que decidí abandonar, pero cuando iba a hacerlo, de repente ella ofrecía una salida. Y así – como os cuento – iban pasando los días, los meses, los años. Y según pasaba el tiempo, yo iba conociéndola mejor y ella me hacía la vida más fácil. Fue entonces cuando comenzamos a trabajar juntos. Decidimos que ambos llegaríamos a hacer grandes cosas, pusimos mucho empeño en definir grandes proyectos y analizamos detenidamente lo que queríamos. Y estaba claro: queríamos trabajar en el sector hotelero. Los dos. Juntos. Así fue, y así crecimos el uno junto al otro, con nuestras vidas ya perfectamente intercaladas, buscando objetivos comunes y comprendiendo que era inútil intentar estar el uno sin el otro. Fue entonces cuando la concebimos. Y fue allí mismo también, en el hotel en el que nos íbamos desarrollando profesionalmente. Recuerdo como fuimos educándola y contribuyendo a su desarrollo dándole el empuje suficiente para que llegara a ser una triunfadora. Al principio íbamos con ella con bastante tiento y con poco rumbo – éramos unos principiantes, como todos -. A la vez que seguíamos invirtiendo mucho tiempo – nunca es suficiente – en su educación y progreso, fuimos logrando varias fuentes de ingresos de tal forma que teníamos acceso a ellas sin tener que salir de nuestro entorno. Logramos juntos muchos clientes. Tantos que tuvimos que diversificar las acciones comerciales y valorar a todas esas fuentes de ingresos de forma que iríamos prestando mayor atención a aquellos más importantes en una escala ABCD (que es lo que dice que hay que hacer cualquier consultoría que se precie). Mientras, nuestro mayor logro, aquello que era parte ya de nuestras vidas, seguía educándose y creciendo. Estaba claro, había que ponerla en lo más alto de la lista. Fue entonces cuando descubrimos que también ella podía contribuir en todo aquel entramado Y así lo decidimos. Ya estaba educada, era una preciosidad, y tan sólo faltaba presentarla en sociedad. Entonces nos dimos cuenta de que para hacerlo necesitábamos esa “sociedad” y que no sabíamos cómo conseguirla. Sabíamos de otras que se habían presentado con cierto éxito y pusimos todo nuestro empeño en estudiar cómo lo habían hecho otros. Con el paso del tiempo y tras mucho análisis, tiempo y paciencia, sobre todo paciencia, fuimos introduciéndola en los círculos adecuados hasta que, casi sin darnos cuenta, se convirtió en el mejor escaparate y la mejor fuente de ingresos para nuestra empresa. Fue entonces cuando agradecí de todo corazón que mi padre me regalara aquel día ese PC con monitor VGA y 40 Mb de capacidad, el cual me permitió conocerla a ella; la tecnología. La nueva tecnología, esa que tantos quebraderos de cabeza me dio hasta que logré llegar a comprenderla, al menos un poco, y con la que logré concebir esa maravillosa y perfecta página Web, que, tras presentarla en sociedad logró reportarnos los mayores ingresos. Fue entonces, por fin, cuando comprendí que mi propia página Web era mi mejor cliente.Este post lo he publicado en la Comunidad Hosteltur para un concurso que se ha organizado bajo el lema «Cuéntame», y cuyo objeto es relatar experiencias o casos en los que se de protagonismo a las nuevas tecnologías y cómo han cambiado nuestras vidas.
Espero que os guste.
Mi visión sobre Mindproject: Un proyecto que dará que hablar

Mi visión sobre Mindproject: Un proyecto que dará que hablar


Hace poco leí lo siguiente: “Hay cinco ranas en una rama y, de pronto, una decide saltar. ¿Cuántas ranas quedan?… la respuesta es que siguen quedando cinco, pues una cosa es decidir y otra realizar la acción.” Yoriento en Utoi
La cita anterior me ha venido a la cabeza tras ver el inicio de Mindproject en la Red. Lo que ocurre es que en este caso, si Mindproject hubiera sido la rana, entonces quedarían cuatro, porque el equipo de Mindproject si ha pasado a la acción. Y pasan a la acción en cuanto a lo siguiente, según mi particular visión: Reinvención de los modelos de gestión y explotación turística, centrándolos en la innovación y el talento colaborativo. Con una clara visión de futuro y poniendo especial atención a la sostenibilidad y la responsabilidad social. Como lo que busca esta nueva empresa es un enfoque cualitativo y experiencial enfocado al cliente final, basará sus acciones en buscar la forma de que sus clientes (empresas) se adapten a este nuevo entorno, lejos ya de ver la empresa turística tal y como se veía hasta hace muy poco tiempo, como un centro de coste en el que lo primero era el producto. Para ello abogarán por una cultura de Innovación, buscando generar capacidades y habilidades en Marketing, Distribución y tecnología. Pero para más detalle, os recomiendo que echéis un vistazo a su estrategia y a su decálogo. Algo que me gusta de su filosofía es lo presente que tiene en todo momento la gestión del cambio, como algo esencial para poder abordar todo este valiente y ambicioso proyecto y ponerlo al servicio de sus clientes, mediante formación exclusiva en forma de talleres, coaching, formación “in house”,… Por último, y por si el cliente no tiene o no quiere tener infraestructura para según qué áreas, ofrecen también la posibilidad de la externalización de las mismas. A destacar, también su biblioteca de conocimientos y su sección de eventos. En definitiva veo un concepto nuevo de consultoría, necesario, y con una Web necesaria también al más puro estilo 2.0, tal y como se ve en su estructura, su usabilidad y las posibilidades de compartir sus contenidos en las principales redes sociales. Si consiguen todo lo que ofrecen (cosa que veo más que factible teniendo en cuenta el equipo de personas que lo forman), serán un referente en el sector a nivel europeo, si no mundial. ¡Mucha suerte, y al ataque!.

Acerca de la invasión de «Gurús 2.0»

Sin ánimo de sentar cátedra, os doy una opinión personal y subjetiva, que es un extracto de un comentario que he dejado en la Comunidad Hosteltur: El 2.0 no es más que una evolucion de la Web hacia una «versión» el la cual predomina el compartir información, y en la que Internet es la plataforma.
Nada más.
Así que el mejor experto en 2.0 será aquel que consiga generar un contenido que interese a más gente. Otra cosa es marketing online, SEO y todo eso, que ha existido siempre, pero que tiene que ir moviéndose y adaptándose a las circunstancias de cada momento. Con esto quiero decir que no creo que existan «expertos en 2.0», y mucho menos «gurús 2.0», y si existieran, peor para ellos, porque el 2.0 evolucionará y se quedarán en nada.
Como consecuencia de todo esto, alguien que sea «principiante», puede, por su propio carácter, naturaleza e inteligencia darle mil vueltas a cualquier supuesto experto. Simplemente porque no es una ciencia, sino una actitud.