Al analizar el tráfico y las visitas de una página Web se estudian un número considerable de parámetros para analizar diferentes aspectos de las mismas.

Uno de estos aspectos a analizar es la tasa de rebote. Esto es aquellas visitas que llegan a una de las páginas de tu site y ahí se quedan. tras ver la primera, no siguen adelante. Pero a mi, particularmente, me parece un término un tanto ambiguo por dos razones:

  • Parece ser que una tasa de rebote del 40% debería preocupar. La tasa de rebote, o abandono, puede verse desde diferenctes puntos de vista. Si un cliente llega directamente a la página en la cual puede solicitar un presupuesto para reservar espacios para un evento y lo rellena y lo envía, ¡habremos dado en el clavo!, pero computará como abandono. Es un ejemplo extremo, pues se debe analizar la tasa de rebote en cada una de las páginas del site. En el caso de un hotel, si puede tener algo de importancia esa «tasa» superior al 40%. Pero no así, por ejemplo, en un blog.
Es más importante, para mi, combinar esta variable con otra, como puede ser el tiempo de permanencia en la página. De este modo, debemos establecer una variable de tiempo de permanencia y aplicar la tasa de rebote en función de ese tiempo. En definitiva, creo que la tasa de rebote por si misma, no nos ofrece demasiada información relevante.

  • Como consecuencia del punto anterior, lo más correcto es personalizar la interpretación de esta variable, según la visión y los intereses particulares del hotel. Seguramente unos darán más importancia a una página, y otros a otra. Lo adecuado sería, al igual que hacemos con el tiempo de permanencia, combinar bounce rate con palabras clave.
Si hacemos esto último podremos encontrar una pista de si estamos utilizando keywords correctas.

Sin embargo, parece que el Bounce rate es un factor de posicionamiento de esos que utiliza Google y que no desvela, como si de la fórmula de la Coca-Cola se tratase.

En fin, que estamos hablando de la tasa de rebote y vemos los porcentajes, pero no nos paramos a analizar el impacto que puede tener en nuestras decsiones al respecto.

No es fácil, pero no debemos tomarnos los datos y las cifras de resultados a la ligera e interpretarlos con las raquíticas explicaciones que nos dan los tutoriales de Google (al menos lo que yo he leído, que, por otro lado, no es mucho. Pero bueno…)