He decidido volcaer aquí, en mi blog, una serie de pensamientos que me van viniendo a la cabeza, originados por dos explosivos posts en la Comunidad Hosteltur uno acerca de la idoneidad de la parte práctica de la carrera, escrito por una alumna, y el otro que nos indica tres errores fundamentales a la hora de comprender lo que la carrera en cuestión representa. Interesantísimos tanto los posts, como los comentarios.

En el primero, Blanca expone

«Siempre me he preguntado cuál puede ser la utilidad de estas prácticas para un estudiante. Y he llegado a la conclusión que, tal y como están diseñadas, el aprovechamiento es mayor para las empresas que para los estudiantes»

En el segundo, Jeroen aclara:

«…si los clientes de un hotel no son turistas (sino gente de negocios, participantes en un congreso, delegaciones oficiales etc.), el hotel desde luego no es un «establecimiento turístico»…»

«…en las escuelas de turismo no se enseña gestión…»

«…el tercer malentendido es que gestionar actividades turísticas es parecido a gestionar empresas hoteleras…»

Mis reflexiones:

– Los alumnos tienen unas espectativas que luego no se cumplen, ni por asomo. La culpa la tienen ellos mismos y quienes dirigen sus inquietudes profesionales. Piensan que lo que han hecho durante las prácticas no les ha servido para nada.

Tienen razón y se equivocan- todo y nada -. Les sirve, de momento, para sacar la cabeza del mundo ideal en el que estaban viviendo.Y ¡ojo!, que ellos no tienen toda la culpa, pues les han vendido un futuro cercano que no es tan cercano.

– Pienso que los alumnos en prácticas se encuentran con personal contratado en el hotel en el que están realizando las prácticas, que no tiene profesionalidad, ni actitud, ni aptitudes. Y así descubren cómo ellos, con lo que ya saben y tienen, tendrían más que suficiente para destacar sobre los anteriores de forma vertiginosa. ¿Para qué seguir estudiando entonces?.

– El hecho de estudiar la carrera de turismo no te da licencia ni capacidad profesional para comenzar tuvida laboral dirigiendo un hotel. Ni siquiera para ejercer algún puesto de mando intermedio tipo «Jefe de Recepción». Pero volvemos a lo de antes: si vendemos músicas celestiales al explicar lo que te dará el título, luego no habrá satisfación estudiantil cuando comprueben que lo que les dijeron nada tiene que ver con la realidad.

– Las prácticas en hoteles tendrían que tener, de forma obligatoria, un coaching personalizado por parte de una persona del hotel. Esto no existe y me parece fundamental. Además, el alumno en prácticas debería terminar éstas con una visión general del hotel, y no centrar toda su energía en unas cuantas tareas (no todas, ni mucho menos) dentro de un departamento concreto.

– Las prácticas deben ser remuneradas.

Sobre lo que dice Jeroen acerca de los tres errores fundamentales a la hora de interpretar los estudios de turismo, no añado nada. Tan sólo decir que estoy absolutamente de acuerdo con su explicación.