Ser un Community manager no es algo sencillo. Nadie lo cree; ni siquiera aquellos que solicitan uno con perfil de becario para que le escriba 3 tuits y un post al mes por un puñado de euros. Esos tampoco. Aún así, ser Community Manager te reporta bastantes momentos de euforia una vez que comienzas a ver que avanzas con la gestión de una marca en las diferentes comunidades por las que te mueves. Eso también es verdad. lo malo es todo el trecho que hay que recorrer para llegar al primer momento de euforia, de subidón. Antes hay que pasar por un calvario de soledad que, en muchas ocasiones, se hace verdaderamente insoportable.

Si trabajas en una empresa en la que deciden que es hora de entrar en ese mundo tan misterioso – redes Sociales – y tienes la suerte (a largo plazo) de que eres tú la persona designada para tales tareas, ármate de paciencia, porque vivirás en soledad durante mucho tiempo. Si la situación es esa en la que tienes una empresa tuya, propia, y consigues tener clientes a los que gestionarles todo un plan Social Media, ármate de paciencia, porque vivirás en soledad durante mucho tiempo.Vivirás en soledad por los cuatro costados:

En soledad, porque nadie va a leerte en Twitter, ni le va a gustar tu Facebook, ni va a comentar o recomendar tu blog. Olvídate de esto durante un tiempo nada despreciable.
En soledad, porque aquellos que confiaron en ti para tales tareas no van a ver resultados todo lo pronto que esperaban, tornando por tanto ese ánimo en desconfianza.
En soledad, porque tus amigos y familiares no van a comprender nada de lo que estás haciendo y no vas a ser capaz de explicárselo de tal forma que lo comprendan. Esto sólo se entiende cuando se vive.
En soledad porque te vas a ver «predicando en el desierto» y, en momentos de debilidad, vas a estar a punto de tirar la toalla… y no habrá nadie ahí para animarte a seguir. Más bien todo lo contrario.

Pero tú puedes con eso, y sigues adelante, poniéndote tu soledad por montera, te armas de valor y apelas a tu gran capacidad de perseverancia y fuerza de voluntad. Resurges en cada golpe que te dan y sigues adelante. Hasta que un día ¡zas!, ves más gente a lo lejos, ves que puedes llegar y, cuando llegas, descubres que empiezas a comunicarte y que te responden. es ahí, en ese momento, cuando tienes tu primer momento de euforia…

Si consigues llegar hasta ahí, habrás superado el obstáculo más difícil; habrás superado la insoportable soledad del community manager. Realmente pocas personas lo consiguen. La mayoría abandonan y, de los que quedan, un gran porcentaje va por ahí dando palos de ciego y vendiendo humo a sabiendas de que un día se le acabará el chollo. Pero quedan unos pocos que si llegan y de ellos quiero aprender, a ellos quiero seguir y con ellos compartir lo que vaya descubriendo.

(La imagen la he tomado prestada del blog «Chupitos»)