Desengañémonos, no caigamos en la tentación de buscar las culpas donde éstas no están, y apliquemos la reflexión del título – aunque aún le falte una parte – .

Si eres un hotel y dices que tu cliente te ha dejado por el hotel de enfrente…

Si eres un coche y dices que tu dueño te ha dejado por otro coche…

Si eres una mujer y dices que tu pareja te ha dejado por otro/a (y viceversa)…

Si eres una empresa y dices que tu mejor empleado te deja por otra empresa…

…………………….

Si, siendo lo que seas, quien seas, intentas convencerte de que aquello que creías como algo de tu propiedad te ha dejado por otro de tu misma especie (o de otra), estás engañándote….

… nada ni nadie te deja por el otro o lo otro, sino por ti mismo.