Web 2.0 ó «El Show de Truman»

Web 2.0 ó «El Show de Truman»


Al hilo de una interesante entrada de Juan Sobejano , en la que se plantea si realmente estamos llevando el asunto 2.0 de una forma acertada, se me ha ocurrido un desvarío que sin ser, obviamente, real, si podría ser una metáfora de lo que ocurre en la «machacante» Web 2.0.

¿Recordáis la película «El show de Truman»?. Si, esa en la que el protagonista vive dentro de un mundo irreal, totalmente inconsciente de ello y que es retransmitido por TV en todo el planeta.

A veces, cuando adquiero el «estado 2.0» tengo la sensación de estar en el mundo irreal. No es exáctamente como el show de Truman, ya que, a diferencia de éste, no hay una cámara o un «Gran Hermano» que dirige el ir y venir de mis andanzas por este mundo.

Soy yo mismo el que me dirijo y el que me intento convencer de que es real. El problema, y la semejanza con Truman, es que:

– Siempre leo a las misma personas. Y no es que yo busque los blogs de esas personas, sino que cuando busco algo en Internet relacionado con el 2.0, sólo encuentro entradas de las mismas personas.

– Por supuesto, imagino que esas personas son, precisamente, las que me leen a mi.

En definitiva, y donde desemboca todo esto es en una situación encuadrada dentro de un mundo cerrado al que acceden siempre las mismas personas, y los textos, las ideas, las propuestas van pasando de uno a otro, siempre los mismos, y vuelven a mi camufladas, con otro aspecto externo, pero siendo, internamente, las mismas ideas, los mismos textos y comienzan su recorrido una y otra vez, sin abandonar nunca el bucle en el que se encuentran. Sin salir nunca al exterior a buscar nuevos adeptos y creyentes-practicantes de la filosofía 2.0.

Mientras tanto, una serie de «mirones», se van nutriendo de las ideas, textos y propuestas y se lo pasan bien; como si estuvieran viendo un programa de televisión. Y los actores del programa, siempre las mismas personas, van creando el guión para los espectadores, los cuales si van cambiando. Y ninguno de ellos se atreve presentarse al «casting» para entrar en este mundo 2.0, al que yo catalogaría como bucle, una rueda que hacen girar siempre las mismas personas.