Corporativismo 2.0. El ejemplo de IBM

Imaginaos por un momento que en una empresa, una de los requisitos (opcional, pero muy valorable) para ser contratado es crear un blog relacionado con la empresa en cuestión.

Imaginaos ahora que en un hotel todo empleado que disponga de un PC esté autorizado e, incluso, animado por la dirección del mismo a crear y mantener un blog en el que permanezca en contacto con actuales y futuros clientes, que enfatice la importancia del intercambio y el aprendizaje entre el hotel y sus clientes.

Compartir con el mundo extra- empresarial lo que hacemos y aprendemos. ¿No sería todo esto beneficioso, para hoteles y empleados, en la época que vivimos?. Yo creo que de momento si. Quizá vengan después otras tendencias y otras formas de trabajo. Pero hoy en día subirse al carro de este método laboral es lo aconsejable. Y, además es fácil y barato.

Esto no es descabellado. Es más que posible si nos atenemos a unas sencillas normas. Pero os dejo el enlace del sitio donde se habla de todo esto con un ejemplo empresarial real: IBM, que de forma similar podría aplicarse a cualquier cadena hotelera u hotel independiente.

Vínculo de la fuente: COMUCOR: Las normas de IBM respecto al uso de los medios participativos

¿Qué aportan los directivos?

Transcribo un comentario que acabo de hacer en una discusión de Turismo 2.0 y que al final me ha salido en forma de una reflexión que me ha pareido interesante plantear aquí por si alguno quisiera opinar. Sobre todo si es directivo.

Las personas con salarios bajos y que atienden al cliente no lo hacen con pasión, ni siquiera con motivación. Pero la baja remuneación no es el único problema. Un problema muy influyente en su actitud es que «hacen lo que les dicen», y tienen miedo de tomar la iniciativa o decidir entre esta o aquella dirección.

Así que con esta observación me planteo la utilidad de los directivos. ¿Qué papel juegan los directivos?.
Hay muchísimos casos – en hoteles, claro – en los que si no hay directivo no pasa nada y todo sigue igual o mejor. También los hay en los que el director es un «paquete» que está ahí porque tiene que haber un director, el cual, por otra parte, se lo lleva muerto. Pero su aportación y función es practicamente nula. Por lo que me pregunto: ¿Son realmente necesarios los directivos?, o, por atenuar ¿son realmente necesarios los directivos que sólo copian escenarios que ya existían antes, y no son capaces de innovar o crear?

Ahí dejo eso para vuestra reflexión y aporte.

Empleados de Hotel (VIII). El empleado escobilla.

Empleados de Hotel (VIII). El empleado escobilla.

Hola, amigos.

Hace unos días Marcos Alonso publicó en su blog una entrada haciendo referencia a la necesidad o no de poner escobilla del W.C. en los hoteles, entrada que publicó simultaneamente en Turismo 2.0, generando un buen número de comentarios (41 hasta ahora).
Ello me dio pie a encontrar un símil entre este controvertido objeto y algún tipo de empleado de hotel que vaga por ahí provocando una división de opiniones sobre la bondad o no de su existencia. Me refiero al «Empleado Escobilla». Así que le propuse que escribiera un artículo al respecto y lo ha escrito en mi libro de firmas, para que yo lo remate. Por lo tanto allá voy, y a ver qué sale de esta reflexión participada por Marcos y yo.

El empleado escobilla suele ser un ser retraido , poco comunicativos con el resto de departamentos y/o jefaturas. Está en su puesto, sin moverse, hasta que alguien le utiliza para hacer algo que, normalmente, suele coincidir con limpieza de marrones abandonados por otros

Desempeñan su trabajo , en total silencio , casi rozando el autismo , contestando a las preguntas directas con el mínimo de palabras posibles, con el empeño de volver a su tarea de limpiar lo que los demás han ensuciado. La opinión del resto de clientes internos (empleados) es que no se sabe que hace el empleado escobilla , no saben para qué, pero tiene que estar. Actúa ,como digo, en silencio , realiza su trabajo y deja la tarea que le absorve en el momento en el que alguien – superior o no – le devuelve su lugar de «reposo» . Donde inicia una nueva espera de otro marrón que limpiar , silenciosamente y meticulosamente. El empleado escobilla ,deshace enturtos, culpa de muchos otros pero no pretende ganar ningún galón. Hace su tarea y al punto de partida. Es dificil , muy dificil , darse cuenta de la importancia de su desempeño , hasta que no ocurre en la empresa una serie de condiciones (alineamiento de planetas o similar ) que permiten que el trabajo del escobilla sea valorado positivamente. Si es verdad que su labor podría ser desempeñada por otro, pero, sin embargo, nadie lo hace y, si lo hiciera, no sería con la misma eficiencia que el Empleado Escobilla. E.E.W.C (empleado escobilla) , prefiere que su trabajo lo valoren los demás , ya que no es buen comercial de su propio trabajo . El EEWC es quizás el empleado que todas las empresas quieren tener , ya que es productivo , resolutivo al máximo , callado , no conflictivo y de aspecto decoroso. Nadie, además, tiene intención de sustituirlo. No realiza descargas de internet , aunque suele ser exacto en sus búsquedas y planteamientos. Podría ser confundido con el Empleado Integrador, pero a diferencia de éste, el escobilla no tiene intención de destacar o crecer. Además no va buscando tareas, sino que actúa exclusivamente cuando se lo dicen. Al igual que las escobillas es funcional y rentable . Y cuando se estropea, se le tira y se le sustituye. Porque hay muchos potenciales «escobillas» esperando a ser reclutados.

Pero, ¡cuidado que no se te atasque ninguno en las cañerias de tu empresa , o saldrás perdiendo!.

Gracias, Marcos Alonso

Otros «Empleados de Hotel»:

Hasta la próxima.
Empleados de hotel (VII). El empleado desenfocado.

Empleados de hotel (VII). El empleado desenfocado.

Hola, amigos.
Antes de nada, una pequeña explicación: He catalogado a este tipo de empleado como el VII, siendo el anterior el V, debido a que Marcos Alonso ha hecho una aportación a la serie y ha dado a luz al Empleado de hotel (VI). El empleado Mafioso. Así que, entre unos y otros estamos logrando una serie que empieza a ser consistente. Mi objetivo era y es llegar a diez. Ya sólo quedarán tres. Después podríamos hacer con ellos como con los Diez Negritos de Agatha Christie.Pero vamos al tema:

Quizá deberías haber conocido a Cosme Bocanegra, para poder tener una idea clara de este tipo de empleado. Pero, como lo conocéis, voy a intentar explicároslo.
Cosme Bocanegra esa un tipo, que de tan solitario, no puede pasar desapercibido. Si le hubierais conocido estaríais conmigo en que hubiea podido ser el prototipo de protagonista de aquella serie de televisión titulada «Vivir cada día».
Él es un hombre tímido, de aspecto enjuto y más bien tirando a poca cosa. Hace su trabajo de forma eficaz, pero no se nota, no vende su imagen profesional. No sabe hacerlo. Suele estar ubicado en alguna oficina pequeña, él sólo. No hay un puesto específico que pudiera haber ocupado, pero, para entendernos, es un puesto solitario, sin compañeros, como el de encargado de almacén o valet. Aunque el estar sólo no es determinante para definir su estereotipo, pues podría haber sido pinche de cocina o camarero de room service y su caracter habría seguido siendo igual de huraño.
Pero es huraño por su timidez. Como decía antes su trabajo lo hace bien, de forma eficaz. No da ningún tipo de problema. Por un lado carece de proactividad y por otro no permite que nadie se meta en su terreno. Es incapaz de explicar a nadie cómo hace las cosas y, sin embargo, no nos equivoquemos, es amable con quien le habla. Incluso, a veces, sonríe.
Todos se preguntan si tiene amigos, incluso hay quien dice que lleva una doble vida en un perfecto contraste entre lo laboral y lo privado. Mas esto es una leyenda, un mito, el mito de Cosme Bocanegra . El caso es que nadie puede definirlo, nadie lo ve de forma nítida y todos se preguntan por qué está tan desenfocado.
Siempre come solo, toma café solo y, aunque fumaba, lo ha dejado hace un par de años. Inteligencia no le falta y, si tuviera algo más de sangre, podría llegar lejos. No podrá ser medianamente bueno en trabajos que requieran contacto con el cliente y él lo sabe. Si haces un intento de acercamiento, se deja, pero, por si mismo es incapaz de mantener una relación social en el trabajo. Así que se abandona en su soledad y en su mundo y se limita a trabajar con la intensidad que cada mometo requiera, siempre bien, siempre eficazmente… Siempre solo. Otro ejemplo de falta de organización, calidad interna, ausencia de procedimientos y departamentos aislados y sin interconexión, tan necesaria en los hoteles.

Así es Cosme Bocanegra. ¿Será porque su padre es dentista?.

Eso es todo, ni más ni menos.

Hasta la próxima.

Rafael.

Otros empleados de hotel:

(I) EL tóxico (por Juan Sobejano)
(II) El integrador
(III) El mendigo
(IV) El maniquí
(V) El ratón de armario
(VI) El mafioso (por Marcos Alonso)

Empleados de hotel (V). El empleado «Ratón de armario»

Empleados de hotel (V). El empleado «Ratón de armario»

Hola, amigos

Dando una vuelta por el hotel he pensado que merecía la pena encajar en la serie “Empleados de hotel” a un tipo de empleado que, está ahí, junto a nosotros todos los días y que no lo valoramos en su justa medida, por la costumbre que tenemos de pensar que “es así”. Me refiero al empleado “Ratón de armario”.

Es un ejemplo de minuciosidad en el trabajo. Lo hace todo con un acabado y una predisposición que no son lo habitual. Por supuesto es muy lento, pero eficiente. No deja nada a medias. Si se le encarga que haga por ejemplo un análisis de la competencia, lo realiza con un nivel de detalle asombroso. Eso si, puede tardar un mes para analizar un par de hoteles.
Pero no sólo realiza trabajos de cierta importancia. Sólo cierta, porque no puedes confiarle funciones de envergadura que requieran tomar una decisión acertada, pues le daría tantas vueltas que nunca llegaría al final y podría pasarse horas y horas, mirando y remirando consecuencias, que si llegara a alguna conclusión no sería capaz de proponerla con tanta duda acosándole. Está claro, pues, que es un empleado sin ninguna posibilidad de alcanzar un estatus laboral alto. Diría que ni siquiera de mando intermedio.

Pero dile que cuadre una caja; lo va a hacer al céntimo. Y si le falta o le sobra un solo céntimo va a revolver Roma con Santiago para encontrarlo. Y cuando lo encuentre, investigará hasta el fondo el por qué, y preguntará, y si no entiende las respuestas exigirá re-explicaciones hasta que lo comprenda todo. Para encomendarle ciertas tareas es un seguro a todo riesgo. Lo malo, repito, es que deben ser tareas simples, que no entrañen un riesgo de problema grave o error irrecuperable.

Lo que pasa es que este tipo de tareas existen. Por ejemplo, mientras no se digitalice la información o se llegue a una factura electrónica (me estoy acordando de Arturo Cuenllas y Edu William – no se por qué), alguien tiene que organizar el archivo en papel. ¿Quién?, el ratón de armario. Esto es sólo un ejemplo, pero seguro que a todos los Directores generales, directores de RR.HH., jefes de departamento se les ocurren muchas más.

Por último decir que está muy limitado y no es conveniente encomendarle funciones que requieran un contacto directo con el cliente, pues podría volverle loco. Trabajos administrativos y “marroncillos” de esos que no quiere nadie por lo aburridos que son. Eso es lo que hay que darle, y…hay que aprovecharlo. Además es un tipo de empleado que en seguida está a gusto y no se plantea el ascender u obtener más responsabilidad. No se plantea el marcharse a trabajar a otro hotel, por lo que es muy fácil retenerlo.
Ya sabéis, descubrir a vuestros ratones de armario, que seguro que los tenéis. Me atrevería a apostar que muchos de vosotros estáis poniéndole cara y nombre de pila.

Otros tipos de empleado:
Tóxico (por Juan Sobejano)
Integrador
Mendigo
Maniquí

Hasta la próxima.

Rafael