PROFESIONALES DE LAS REDES SOCIALES Y TRABAJAR CON PASIÓN.

PROFESIONALES DE LAS REDES SOCIALES Y TRABAJAR CON PASIÓN.

Podríamos dividir a las personas en tres tipos en función de su actitud frente al trabajo. Como los tres son totalamente comprensibles dependiendo de las circunstancias particulares de cada persona no entraré a valorar las razones que pudiera tener cualquiera para estar en un grupo o en otro, pero si vamos a verlos:

1- Los que realizan su trabajo sin gustarles lo que hacen. Son personas sin motivación que trabajan exclusivamente por dinero y sin ningún ánimo de aprender algo nuevo que estimule su labor diaria. Suele ocurrir con personas a los que se les atribuye funciones porque no se sabe a quién asignárselas 8pasa mucho en el ámbito de las Redes Sociales. Y así nos luce el pelo.

2- Los que, aún sin gustarles su trabajo, lo realizan de forma pulcra y con efectividad. Son personas con un alto grado de responsabilidad, fuerza de voluntad y respeto, a los que no les importará cambiar de trabajo en cualquier momento, pues no tienen ningún lazo (sentimental) con lo que hacen.

3- Los que trabajan con pasión y disfrutan haciendo lo que hacen. Aún teniendo un sentimiento de responsabilidad, ese no es el factor más importante. Lo importante es que lo que hacen les llena y cada vez lo hacen mejor.

Por supuesto podría haber subdivisiones, pero creo que en alguno de estos 3 grupos nos encontramos todos.

Lo que vamos a hacer ahora es llevar estas 3 actitudes laborales al ámbito del Marketing Online y, más concretamente, las Redes Sociales:

Está claro que para trabajar desarrollando estrategias en Redes Sociales hace falta un nivel de alerta máxima para gestionar la reputación online y para poder detectar oportunidades que pueden surgir en cualquier momento de las 24 horas que tiene el día.

Teniendo claro lo anterior, es indudable que aquellas personas que, trabajando en este entorno, se encuentren en el primer grupo, no conseguirán sus objetivos, se cansarán y no llegarán a nada.

Los que se encuentren en el segundo grupo trabajarán bien, con un nivel teórico bastante avanzado y con resultados. Si no esperados, si lo suficientemente satisfactorios como para poder salir airosos.

Los del tercer grupo llegarán, por regla general, con más facilidad que los anteriores a los objetios marcados.

Por lo tanto, y dadas las circunstancias, eliminamos a los del grupo 1 y ya no son candidatos a triunfar en Redes Sociales. Quedémonos con los grupos 2 y 3 como grupo de personas válidas y que ofrecen suficientes garantías para lograr los objetivos marcados en una estrategia de marketing en Redes Sociales. Y ahora viene la pregunta:

¿En qué grupo te gustaría estar?

Creo que la respuesta depende de algunos factores. Si lo miramos desde el punto de vista del cariño que se puede sentir por tus cuentas de Twitter, tus páginas de Facebook… ¡¡tus blogs!!…, la respuesta no es sencilla.

Si trabajas con pasión en Redes Sociales, todo lo que vas creando empieza a ser una parte de ti mismo que vas dejando por el máximo de rincones de Internet. Es tal el apego (laboral) que puedes llegar a sentir por todo ello que la idea de abandonarlo o que sea otro el que coja los mandos de algo que tu has creado te puede generar una sensación de vacío de la que puede que te cueste salir.

Si de pronto surge una oportunidad en tu vida y tienes que elegir entre emprender una nueva aventura y dejar atrás todo lo que has ido creando en los últimos meses, o años… o seguir como estabas, que, al fin y al cabo, no estás mal. es ese preciso instante, ¿en qué grupo preferirías estar?. ¿en el 2 ó en el 3?

Si estás en el 2 no te imprtará mucho, pues como mercenario 2.0 que eres, podrás seguir con la misma efectividad trabajando en otro sitio. Si estás en el 3 sufrirás, pero con la convicción de que triunfarás estés donde estés.

¡Vaya tela!. En fin, yo lo tengo claro… ¿Y vosotros?

la imagen la he sacado de este blog

Vender y ofrecer ilusiones

Vender y ofrecer ilusiones

Da igual lo que digas o hagas en este entorno 2.0 que nos tiene absorbidos a unos cuantos – muchos, muchísimos, diría yo -. Da lo mismo si tratas de lavar tu reputación online perdiendo el tiempo en intentar camuflar opiniones negativas. Inútil es toda imagen que quieras dar si, al final eres lo que eres, y no lo que dices ser.

Hoy he tenido una alegría que ha surgido de un corto pero enorme mensaje de correo…

Rebobino:

Como muchos sabéis, durante este año he desarrollado un curso online de Innovación hotelera para Canaltur, patrocinado por el Instituto tecnológico hotelero (ITH) y con la coordinación y dirección de Canal Empresarial. Una vez desarrollado he estado llevando las tutorías de 4 convocatorias, superando los 300 alumnos. Durante los cursos y, sobre todo, al final de los mismos, he recibido un feedback en general muy positivo (con algún que otro comentario negativo – todo sea dicho). Ha habido momentos de mucho sacrificio, sobre todo en la creación del curso, pero hoy he recibido un mensaje que hace que merezca la pena el sacrificio y que anima a seguir intentando vender y ofrecer ilusiones. Os copio el mensaje sin nombrar a la perona que lo ha enviado:

«El curso acaba…y me gustaria agradecerte que con tu entusiasmo al explicar las cosas, me hayas recordado mis tiempos en la operativa de convenciones, vendiendo «ilusiones» y a pié de sala para que durante el evento todo fuese tal y como el cliente y yo ,fuese un peqeño evento o uno grande, habiamos imaginado……Me has devuelto las ganas de salir de la oficina ( actualmente estoy en reservas alojamiento) y volver a primera «linea de fuego» para «sufrir» y disfrutar del trabajo bien hecho… Sinceramente GRACIAAAAAAAAAAAAASSSSSSSSSSSSss y hasta pronto.»

¡Qué!, ¿anima o no?.

Yo digo, ¡muchas gracias a ti!, y ójala no decaiga ese ánimo y esas ganas que te han entrado por hacer las cosas bien. La pena es que no haya conseguido llegar tan hondo a muchos más (quizá a alguno si, no se).

Si en nuestro trabajo, en la atención diaria a nuestros clientes consiguiéramos varios de este tipo, no nos haría falta ir «mendigando un poco de reputación online».

Libros, Peñíscola, El Hotel Condado y la vuelta

Ya estoy de vuelta. Tras tres semanas de vacaciones en las que mi vida online ha sido bastante exigua, es hora de volver y retomar los hábitos que tenía casi un mes atrás. Y aquí estoy. Las tres semanas anteriores a este post, las he pasado en Peñíscola, en Barcelona y en mi casa, con los míos, leyendo muchos libros (en papel). He leído: La elegancia del erizo; Ella, que todo lo tuvo; El fuego, y la archi-mediática trilogía de Lisbeth Salander (perdón, de Stieg Larsson) J. Si, yo si he leído a Larsson, a pesar del machaqueo constante en los medios. Pero este no es un blog de literatura, sin de hoteles, marketing y 2.0, así que, para cumplir con el asunto, os diré que estuve una semana en Peñíscola (Castellón). Ya había estado antes, pero esta vez no fue tan de mi agrado como en otras ocasiones. El motivo fue el lugar de alojamiento que elegimos. En lugar de un hotel decidimos ir a un aparthotel , concretamente el Acualandia. Un error. Volveremos a Peñíscola, pero no a ese alojamiento. Lo peor fue la comida, representada por un buffet que dejaba mucho que desear en cuanto a variedad y a calidad (¿cómo puede no estar buena una paella en Levante?). Además no tenía piscina, cosa que pasamos por alto al reservar (culpa nuestra el haberlo dado por hecho). Lo bueno, el personal, muy correcto y a la altura de las circunstancias. Pero, si queréis hacerme caso, no os alojéis nunca en el Acualandia de Peñíscola, a no ser que le den varias vueltas a estos aspectos que os comento mucho las cosas. Como contraste, después de Peñíscola, estuvimos en Barcelona. ¡Gran ciudad!, muy agradable, bella y fácil de visitar. En fin, Barcelona, una ciudad para vivir, sin duda, con una gran calidad de vida. Quizá también mi sensación esté condicionada por el hecho de la gran atención, buen servicio y excepcional entorno que tuve la oportunidad de experimentar gracias al Hotel Condado, un buen hotel en Barcelona. Me alojé allí sin conocerlo, porque Ignasi Casellas, su director (y autor de un interesante blog) me lo ofreció. Y no me arrepiento ni lo más mínimo y eso sin entrar en las en las condiciones especiales que me ofreció Ignasi, y al que le debo una. El Hotel Condado, es un hotel pequeño, decorado con un gusto exquisito y cuyo personal funciona de forma perfecta. Los que allí trabajan siempre están para cualquier cosa. No hay que buscarlos en ningún momento. El buffet de desayunos sorprende por la gran variedad de productos que ofrece, organizados de una forma milimetrada, y de una calidad difícil de superar (los cruasanes son de auténtico lujo). Y las habitaciones a la altura de lo que os cuento, con minibar gratuito en los pasillos. Además está situado en pleno centro de Barcelona. En fin, si vais a Barcelona, no lo dudéis, y alojaros en el Hotel Condado, si no está lleno, cosa que, dada su calidad, me temo que será lo más habitual. ¡Ah, es un hotel de los que ofrece Wifi gratis!
Y, nada más. Esta es mi crónica, que reflejo en este post vacacional (¡uy!, qué doble sentido me ha salido sin pensarlo). Hala, ya está. Y ahora, ya que esto va de contrastes “al tajo”. ¡Con lo bien que se está de vacaciones!. En fin, tampoco podemos quejarnos de nuestro trabajo.