En este post, voy a definir 3 puntos clave a la hora de diseñar una estrategia de marketing de contenidos.
Habitualmente, cuando echamos mano de Google para leer algunos artículos que nos hablen de estrategia de marketing de contenidos, solemos encontrarnos con textos muy similares y en los que siempre se dice lo mismo, con pequeñas variaciones. Esto nos lleva a meternos en un bucle en el que nos movemos con los mismos mensajes: Hay que aportar valor, debemos cubrir las necesidades y solucionar problemas, sorprender a nuestros lectores, … Todos estos son conceptos generales que nos dicen lo que hay que hacer, que ya lo sabemos y no conseguimos avanzar un poco más allá. Son, nada más que el prólogo a una estrategia clara. ¿Cómo se materializa todo esto en un plan de contenidos? Yo tengo una idea, a ver si os sirve.
Os propongo lo siguiente…
La experiencia me dice que para llegar al punto en el que podamos ofrecer un contenido que pueda hacer frente a la lista de consejos habituales y generalistas necesitamos tener en cuenta 3 puntos de apoyo:
1- Conceptos que queremos transmitir.
Tienes un producto o servicio que quieres ofrecer a futuros clientes. Estoy seguro de que ese producto o servicio cubre necesidades, soluciona problemas, cuenta con un valor añadido y demás. Ahora llega el momento de transmitirlo. Lo que ofrecemos lleva intrínsecos una serie de conceptos que lo hacen atractivo, necesario y, en ocasiones, único. Así que, pregúntate: ¿cuáles son esos conceptos? Te pongo unos ejemplos, que no son de las típicas marcas punteras con las que todo es mucho más sencillo (algunos llevan enlace porque me dieron ideas y es una manera de agradecerlo):
- Horchatería en Valencia que utiliza sólo productos naturales, elaborada de forma artesanal y que ya lleva funcionando 2 generaciones. Conceptos: Natural, artesanal, tradicional, olores, sabores.
- Iristrace, una empresa que ofrece una herramienta capaz de transformar riesgos en datos útiles que ayudan a dirigir el riesgo y un análisis en tiempo real. Conceptos: Agilidad, seguridad, de la mano, predicción.
- Empresa que se dedica al comercio de gominolas y quiere transmitir los conceptos de trato cercano, dulce, empatía, confianza.
- Empresa que se dedica a comercializar productos naturales de varios tipos y usos. Conceptos: Salud, bienestar, curación, vida, prevención.
- Turismo rural en Ávila, que ofrece calidad, deporte, actividades, ocio, tranquilidad, sosiego, confianza…
- Artista (pintor), con un estilo especial, que vende sus cuadros a través de las redes sociales. Ofrece cuadros personalizados por encargo. Conceptos: Creatividad, Storytelling, arte.
- Hotel rural en Candeleda que quiere transmitir experiencias, compromiso, cercanía, familia, hogar.
- Taller de artesanía en cuero y cuerno con unos conceptos claros a transmitir: Decoración, artesanía, utilidad, originalidad.
- Un banco de imágenes, cuyos conceptos a transmitir serían utilidad, adaptabilidad, flexibilidad,
(Creo que os he dado unos cuantos ejemplos de empresas ‘de este mundo’ y bastante variado, ¿no?) 😀
2- Escenarios o territorios en los que vamos a movernos.
Ya tenemos los conceptos y ahora tenemos que transmitirlos. Para ello debemos hacerlo en unos territorios concretos, en escenarios afines al producto o servicio que ofrecemos. Por ejemplo, la empresa de productos naturales puede moverse en los escenarios de las dietas, el deporte, enfermedades, hogar. La horchatería podría clasificar sus escenarios en las estaciones del año, primavera, verano, en un escenario de playa o piscina. En invierno y otoño, el escenario puede ser la merienda o el desayuno. Fines de semana puede ser otro escenario o territorio en el que moverse.
Son territorios o escenarios que se me ocurren de forma improvisada y seguramente, dedicando tiempo a pensar, podríamos encontrar otros diferentes y más eficaces en los que comunicar lo que queremos comunicar.
Definidos los conceptos que queremos transmitir, con los que queremos llegar a esa parte del cerebro de quien nos lea con el objetivo de despertar sus emociones, sus miedos, su dolor o su placer, tenemos que colocarlos en diferentes escenarios. Podríamos, por ejemplo, utilizar una imagen de playa, con un vaso de horchata en primer plano y hablar de naturaleza, de bienestar,… entre la imagen y el concepto, haremos que quien nos lea tenga un aviso en su cerebro que le generará un estímulo. Cuanto más fuerte sea el estímulo, cuanto más directo a la parte sensible del cerebro, con más fuerza quedará grabada nuestra marca en su cabeza y su memoria.
Una vez claros los conceptos y los escenarios, es hora de planificar…
En este punto lo apropiado es hacer un calendario, mensual por ejemplo, en el que coloquemos los escenarios que hemos decidido que son los idóneos para nuestra marca y distribuirlos a lo largo de los días de la primera semana. Las siguientes semanas, distribuimos los mismos escenarios, pero en días diferentes a la semana anterior. Y así vamos, semana tras semana, rotando el orden.
Después de colocar los escenarios, territorios, decorados,… en nuestro calendario, le encajamos los conceptos a cada escenario, como mejor nos parezca. Tenemos entonces un calendario en el que hemos previsto un entorno y unos conceptos distribuidos a lo largo de un mes. lo que tenemos, en definitiva es un plan de contenidos con la idea o concepto principal que queremos transmitir y el escenario en el que lo queremos encajar.
[bctt tweet=»Aquí tenéis un ejemplo de estrategia definida y concreta para marketing de contenidos» username=»Hoteles20″]
3- El tono y estilo a la hora de transmitir.
Ahora sólo nos falta el copy, el texto, el mensaje que contiene ese concepto y la imagen que lo acompañe y complemente. Así que nos ponemos en marcha y elaboramos un calendario para cada red social en la que estimemos conveniente estar presente. Por mi parte recomiendo, en general, Facebook, Twitter e Instagram. Así que, si vas a tener presencia en estas tres redes, prepara calendario con un ritmo de publicaciones que podría ser el siguiente:
- Facebook – 1 publicación diaria.
- Instagram – 1 publicación diaria + 2 Stories semanales.
- Twitter – 3 publicaciones diarias.
Por último, ¿qué tono vamos a emplear en la comunicación? Tendremos que decidir cuál es el tono. podemos utilizar el estilo humorístico, sensacionalista, periodístico, dramático, académico,…Decide qué estilo va con tu marca y adelante con él, con tus conceptos y tus escenarios.
Como consideración final, recomiendo que tengáis claras ciertas técnicas de copywriting como el uso de unos u otros tipos de verbos, el uso de adverbios, y decenas de técnicas más que no caben en este post, pero que es fundamental tener en cuenta.
Claro, a los que ya estáis en el barro del marketing de contenidos, os peleáis día a día con ello, experimentáis y aprendéis al tiempo que crecéis, no hace falta que os recuerde que esto es un trabajo duro, pero que da sus frutos. A los que estáis empezando, es el momento de comentaros esto de que no sirve de nada llenar los contenidos de una marca en redes sociales, sin un plan y una estrategia definida previamente. Y a las marcas que deben dedicar un presupuesto a esto, decirles que reconozcan de una vez por todas que esta labor necesita dedicación, tiempo, calidad, saber hacer y eso cuesta dinero; probablemente más dinero del que inicialmente se pensaba.
Por último, una frase que acabo de leer un post de Gabriella Literaria y que es la base del marketing de contenidos…
Haz reír, llorar, sufrir, temblar u odiar a tus lectores. Tú eres el dueño de sus emociones, pero sé consciente de que tu manipulación debe ser invisible. A nadie le gusta saber que lo están manipulando.
Cualquier cosa que queráis comentar o sugerir, adelante. Este espacio es vuestro.