El contenido es el rey, pero relativamente.

Este post es una idea que me viene rondando la cabeza últimamente y de la cual podría haber hecho símplemente un Tweet (un mini post en Twitter, para los que no sepan lo que es), pero me hubiera quedado un poco corto.

El caso es que siempre se dice como verdad absoluta que el contenido es el rey, y es la única forma de conseguir suscriptores a tu blog, seguidores en Twitter o fans en Facebook, pero creo que, sin dejar de ser cierto, tampoco me parece que sea una condición sine qua non cuando un blog, cuenta de Twitter o perfil de Facebook ya están asentados.

Si es muy necesario generar un contenido con un nivel alto de calidad al principio de la andadura por las Redes Sociales, mas he comprobado en varios casos que, una vez asentado ese blog, o cuenta de Twitter, o perfil de Facebook, cimentados en contenidos iniciales de calidad, no precisan concentrarse en seguir manteniendo tal nivel.

En el momento en el que ya gozan de popularidad, los followers o suscriptores aumentan en función de la frecuencia de actualización y no del nivel de calidad del contenido aportado.

Yo he comprobado esto último en varios casos (que no se tercia nombrar) a los que he hecho un seguimiento para llegar a esta conclusión. Claro esta afirmación está basada en mi simple opinión subjetiva y, es muy posible que esté equivocado, pero sigo con la mosca detrás de la oreja. Y por si alguno se da por aludido, que sepáis que no me refiero a ninguno de los que leo o sigo habitualmente. 🙂

Por mi parte, intentaré no ya no disminuir, sino ir aumentando el nivel de calidad de mi contenido. Y si no es así, os ruego a los que me leéis que me lo hagáis saber cuanto antes de forma pública y directa.

Acciones vía Twitter bajo la filosofía «slow»

Acciones vía Twitter bajo la filosofía «slow»

Es tiempo de hacer cosas y echar un poco a un lado el aluvión de teorías que nos rodea día a día. Y digo esto porque, por una carambola muchas veces surgen ideas innovadoras, independientemente de si la propuesta original estaba pensada o no para la idea final.

Esto viene a cuento de que el otro día leí un post de José Luis Orihuela (ecuaderno) en el que habla de algo que él llama «Slow Twitter» y  en el que mostraba su interés por un estilo de escritura que es profundo, inteligente, certero… La verdad que el post en cuestión resultaba bastante interesante por la idea que transmitía, con lo cual, lo tuiteé, como suelo hacer con las cosas que me resultan interesantes. Fue entonces cuando Montse lo leyó y una lucecita se le encendió (atentos a su Bio en Twitter): 

– Tal y como he comprendido yo este interesante post – se dijo – creo que puedo hacer algo interesante con el restaurante en el que trabajo y aplicar la filosofía en cuestión. 

Y lo comunicó en un post con un sugerente título:

Reserve mesa para sus tweets #slowtwitter

Y en esas está desde entonces. Hace muy poco aún, pero ya ha recibidos reservas a través de este canal que crece y crece, vete tú a saber cuánto.

A lo que voy, en definitiva es a que, con una jugada a tres bandas (o a dos, o a cinco, o …) y empleando unos cuantros minutos se puede hacer algo único o, al menos, ser el primero en algo, dentro de las Redes Sociales. 

Monitoriza a tu competencia con las listas de Twitter

Monitoriza a tu competencia con las listas de Twitter


Se habla a diario de las listas de Twitter, esa nueva funcionalidad que nos tiene en una fase de estudio y experimentación y de la que surgirán buenas y malas sensaciones (como en casi todo).

En estas estamos cuando se me ocurre (supongo que a otros también se les habrá ocurrido antes que a mi) que es una excelente herramienta para monitorizar lo que tu competencia hace y dice en esta red socal. No se trata de andar espiando, sino de encontrar las ideas que circulan por ahí, darles tu forma y ponerlas en práctica.

Pueden ocurrir dos cosas con esto de las listas de Twitter:

– Que alguien haga una lista y te incluya. A partir de ahí todos los que sigan esa lista verán cómo te mueves en Twitter y lo harán relacionándolo con un entorno en concreto – el que marque el título de la lista-.

– Que la lista la montes tú y los que la sigan vean lo que se cuece en la misma. Con esta opción tus comentarios, como creador de la lista, no aparecen (creo, no lo he comprobado)

En cualquier caso, y que yo sepa, no puedes evitar estar en una lista, es decir, no puedes decidir si quieres o no estar y, si estás, no puedes abandonarla, a no ser que protejas tus updates. Si esto no es como digo, que alguien me cuente cómo evitarlo, por curiosidad, que no tengo intención hoy en día de abandonar las listas de Twitter en las que estoy incluido.

Un ejemplo de lo que digo en el título de este post lo podemos encontrar en la lista con los hoteles en Twitter que ha creado en Hotel Auditorium (@hotelauditorium). En este caso se trata de una lista de 500 hoteles que tienen presencia en Twitter, en la que podemos ver en tiempo real, los enlaces, promociones, comentarios y demás que hace cada uno de los 500 hoteles que están en ella. Y, ¿Por qué 500 y no más?, pues parce ser que, como comenta el Hotel Auditorium en su blog, las listas de Twitter tienen un límite máximo de 500 miembros

Lo que está claro es que es un paso más hacia la generación y obtención de información valiosa y con la que, si esto sigue así, caminamos hacia ese turismo líquido que ya ha comentado Edu William en alguna ocasión.

Así que ya sabes, tienes dos opciones, o bien crear tú la lista, o bien dejar que los demás te incluyan en la suya. Esto si que es o blanco o negro.

El microblogging ha venido para quedarse

El microblogging ha venido para quedarse

Parece que la tendencia al microblogging va dando coletazos hacia delante y comienzan a surgir servicios basados en esta “disciplina”. Si bien Twitter (aquí mi perfil en Twitter) es el que va marcando el ritmo, otras aplicaciones basadas en el mismo formato, comienzan su andadura. En el día de ayer me encintré con dos: Una generalista y otra centrada en el sector hotelero. Vamos por partes: La primera es se llama Utoi, y se trata de una aplicación en la que pueden escribirse microposts con una extensión máxima de 280 caracteres, es decir, justo el doble que Twitter. En este sentido, la verdad es que, a primera vista, parece que es mucho mejor, porque, en Twitter, siempre se sufre la situación de quedarse sin espacio para todo lo que pretendes comunicar. Sin embargo, esto puede ser engañoso, porque pasar de 140 a 280 caracteres es – como todo en la vida – un “cuanto más me das, más quiero”… Seguro que, a corto plazo, también resulta poco. No obstante hay que reconocer que original si es. Por otro lado, sus prestaciones están en español y, de momento, no resultan excesivamente fáciles de controlar, aunque esto dependerá, seguro, de la práctica. Y algo que no debe pasarse por alto es que está integrado con Twitter en cuanto a salida de información se refiere, es decir, se puede configurar el perfil propio de forma que lo que se escriba en Utoi, aparece también en Twitter (¡buena jugada!). Yo me he registrado para probarlo unos días: Mi perfil en Utoi. En cuanto a la segunda aplicación de microblogging, decir que nos metemos de lleno en el mundo de las reservas hoteleras. Se llama Twihotels y se trata de un servicio de intercambio de información entre personas que buscan alojamiento y hoteles que ofrecen su disponibilidad y tarifas. En principio lo veo de utilidad para ambas partes, ya que existe un cuadro de búsqueda por hastags en el que hoteles y clientes disponen de una fórmula para encontrar lo que buscan; los hoteles encuentran clientes con unas necesidades concretas, y los clientes encuentran hoteles para cubrir esas necesidades. Así de simple. De momento he registrado al Hotel Auditorium, ese hotel en Madrid del que tanto suelo hablar J. En cualquier caso, tenéis cumplida cuenta de la descripción de utilidades de Twihotels en un post de Fabián en la Comunidad Hosteltur, que es de donde he obtenido esta información. Con todo esto, y en definitiva, yo me hago una pregunta: ¿Estamos entrando de lleno en el futuro de la comunicación a través del microblogging? Ahí queda eso.
Actualización (a las 13:36): Según he terminado de escribir el post, me llega un comentario de Tomeu Cabrer en el que me llama la atención, porque resulta que el proyecto Twihotels es enormemente parecido a lo que él proponía en un post del mes de mayo. Una propuesta que desarrollaba con más profundidad en la Comunidad Hosteltur. Quizá sea casualidad o quizá no. El caso es que en la Web 2.0 el que no corre, vuela.

Esto empieza a ser preocupante

Esto empieza a ser preocupante

Vivo en mi casa actual desde hace cuatro años, y desde hace cuatro años vamos, mi mujer y yo, poco a poco, decorando, amueblando, acondicionando,…, modificando ya algunas cosas. También tenemos un jardín, no muy grande, pero si lo suficiente como para poder disfrutar de él, sobre todo en verano. Los niños están totalmente habituados a esta casa (prácticamente han nacido ahí). En definitiva, es una casa que, a pesar de tener tan sólo cuatro años, es una gran parte de nuestra vida. Cuando ya tienes las lámparas que te gustan, entonces te faltan la mesa y las sillas, o la chimenea (de este verano no pasa). Y el jardín, aunque no muy grande, necesita de un mantenimiento casi constante. Estamos ahora dándole vueltas a si poner tepe o césped artificial. El artificial es más caro, pero mucho más sufrido. Además luce, y mucho. He dicho que estamos dándole vueltas a lo del césped, pero, hace tres mañanas, no sabía si decir “estamos” o “estábamos“, sobre todo tras ver un mensaje en el correo electrónico que me llegaba de una Red Social llamada Quintty, agradeciéndome mi aportación económica a su desarrollo. Lógicamente me asusté, pues yo nunca he hecho ninguna aportación económica de este tipo. Además, me aplaudían por haberlo hecho ¡vía twitter!.¡Increíble! La incertidumbre estaba en saber la cantidad aportada, pues en el mensaje de correo electrónico no aparecía ese dato. Así que entré en la página de mi banco y los temblores y sudores que comenzaron a surgir desde mi interior son algo indescriptible, como indescriptible fue la sensación que me produjo el ver mi cuenta corriente a cero… Por suerte los temblores y sudores se me pasaron en unos minutos, instantes después de mirar hacia la ventana de mi habitación, hacia un lado, hacia el otro, reaccionar y caer en la cuenta de que todo lo había soñado. ¿Tendré algún tipo de patología 2.0?. El césped, definitivamente artificial.